jueves, 17 de septiembre de 2009

De nacos y cosas peores... como la política

Pienso que por lo general cualquier ciudadano con ganas de hacer bien las cosas para la sociedad es el candidato perfecto para contender por un puesto público, independientemente de su filiación política. Sin embargo, es un hecho que eso en México no ocurre, porque en primera no se permiten los candidatos independientes (esto es, sin partido), aunque en las boletas de elecciones se provee de un espacio para votar por algún candidato no registrado.
El otro problema viene cuando ciertas personas se "deslumbran" ante la posibilidad de tener el poder que representa ostentar un cargo de elección popular, y si alguna vez tuvieron la intención de hacer bien las cosas, terminan corrompiéndose y volviéndose parte de la basura que representa nuestra política.
De un tiempo para acá se ha dado el caso del famoso Rafael Acosta "Juanito", un personaje bastante... popular, que recibió el cargo de jefe de la Delegación Iztapalapa en el DF, aunque no por votación directa como suele ser en estos casos, sino a través de un "arreglo" donde originalmente entregaría la jefatura delegacional a otra candidata que no pudo contender normalmente. El problema vino cuando a este cuate se le hizo fácil negarse a entregar el cargo, y simplemente comenzar a ejercerlo... lo cual no sería problema por sí solo si no fuera porque finalmente no se le ven intenciones de hacer nada diferente a los demás políticos para la gente que "voto por él".
Si piensa como se expresa... lo siento por la gente de Iztapalapa, sólo van a mantener a un parásito más... folclórico, pero parásito al final.

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