miércoles, 3 de octubre de 2018

Pláticas valiosas

Acabo de tener una hermosa plática con mi madre, hablando de temas personales, temores, momentos difíciles y confianza.

Te quiero mucho, mamá.

lunes, 9 de julio de 2018

¿"Todxs"?, ¿"tod@s"?, ¿"todes"?

Con el paso de los años he tenido la dicha de convivir con muchas personas que me han dejado enormes experiencias. En concreto, hablando de la comunidad LGBTTTIQA, he logrado poco a poco entender todo lo que dicha comunidad implica, y me ha permitido aprender a valorarlos como personas independientemente de su condición y sus características.

Sin embargo, hay un aspecto que en general me hace aún bastante ruido, que es el extremo de buscar una inclusión al grado de rebuscar en aspectos que no tienen relación. Concretamente, hablo de aquellos que buscan que la Real Academia de la Lengua admita el uso de deformaciones del lenguaje en aras de "ser inclusivos"; si bien per sé esto no es un problema, sí lo es en el sentido del trasfondo: se trata de usar la "x", la "@" y la "e" como vocal para incluir a todas las personas, independiente de su género o condición sexual.

De entrada, debo admitir que personalmente se me hace rebuscado tener que decir ahora "todos y todas" o "alumnos y alumnas", en pro de una equidad de género. La RAE ha dicho una y otra vez que en el aspecto del significado, "todos" y "alumnos" ya incluyen a "todas" y a "alumnas", respectivamente. Entiendo que en materia de equidad de género hay mucho trabajo por hacer, pero pretender que con tener que decir "todos y todas" para pretender quedar bien en discursos oficiales, o que en órganos gubernamentales DEBAS expresarte de esa forma, poco ayuda en la práctica, sobre todo cuando, a nivel lingüístico sabemos que "todos" es lo mismo que decir "todos y todas".

En contexto, actualmente el español está pasando por una serie de mutilaciones y deformaciones, desde el momento en que se permitió "socialmente" poner "q" o "k" en lugar de "que", omitir acentos gráficos y signos de puntuación, estamos afectando toda la cultura detrás del idioma, y encima, haciéndonos más deficientes en lengua y escritura. Muchos me han dicho que "es más fácil escribir así", y de alguna forma lo entiendo cuando es un mensaje de texto a una persona de confianza. Pero ya ver publicaciones en redes sociales con terribles errores de escritura, provocan que el mensaje original se confunda y hasta se pierda. "ps con k c entienda y ya no" (¡sic!), me dirán algunos... y sí... pero no. Es una cuestión de conocimiento y respeto. Ya los quiero ver a la hora en que quieran escribir algo serio y no cuenten con un procesador de textos con revisión ortográfica.

Lo siento, es una cuestión personal que me desvía un poco del tema. A partir de aquí, insisto, resalto mi opinión al respecto del tema, siempre abierto a observaciones y argumentos fundamentados, ¿va?

La justificación de la inclusión de las letras arriba descritas, según los que las solicitan, obedece a la necesidad de "incluir" a hombres, mujeres, y a aquellas personas que no se identifican con un género. Aquí sí ya no entendí. Hasta donde yo entiendo, empezamos por ser hombres o mujeres, en el aspecto biológico (los hermafroditas son un caso muy especial que requiere un poco más de estudio). OK, de ahí nos vamos a la cuestión del género: sientes que eres un hombre o sientes que eres una mujer; va, no hay problema. Si quieres vivir con dicha condición, o realizar una operación de reasignación de sexo para que haya una concordancia, va, me parece bien. Pero, hasta donde entiendo, o eres hombre o mujer cis-género, o transexual o transgénero, ¿no es así?

Entonces... ¿qué es eso de "género no binario"? Lo pregunto por mi evidente falta de conocimiento en el tema, y en el sentido de que para asumir una condición de género distinta a lo biológico, se requiere una evaluación médica. No es como que hoy amaneciste y decidiste no pertenecer a ningún género.

Que conste que aquí no estoy involucrando orientación sexual, esa es otra historia que no depende ni influye en todo este asunto.

El otro asunto es el hecho de que se está llegando al extremo de obligar a los gobiernos a reconocer un género no binario desde el nacimiento. Ahí no me convence para nada. Cuando naces, o eres niño o niña. Punto, no hay más. Ya si en el desarrollo de la persona, se da cuenta de que no se siente de su género, ah, bueno, ya veremos qué hacer. ¿Pero un bebé de género indefinido? Perdón, no lo entiendo.

Estoy plenamente consciente de que en este punto muchos de mis conocidos y amigos querrán hacerme ver que estoy mal. Sí, puedo estar equivocado, dado que hablo desde mi experiencia. Pero, en serio, quiero entender el asunto. Pero quiero entenderlo por las buenas: platicando, teniendo bases científicas, dialogando. No imponiendo ni atacando. Neta, no sirvo para eso.

Antes que todo, no olvidemos que somos personas que tenemos derecho a hablar y entendernos. Conocernos y crecer.

martes, 9 de enero de 2018

Día cero

Una nueva historia inicia en este diario. Una nueva temporada, de hecho.

Hoy es mi primer día, bueno, primer noche, en un nuevo cuarto. Estoy en la antesala de una serie de cambios mayores. En general creo que me siento bien, pero al mismo tiempo hay toda una gama de sentimientos que me generan una extrañeza.

Sin embargo, siento que está empezando a destacar el miedo, nuevamente. Miedo a afrontar las cosas que debí afrontar hace mucho tiempo, como debe de ser: solo.

No sé qué hacer, no sé por dónde empezar, pero de alguna forma estoy listo para dormir, para ir a trabajar mañana, reanudar la maestría, reanudar el inglés, alistar mi nuevo espacio, ponerlo en orden, y procurar darme tiempo para aquellas cosas, importantes y no importantes, que debo hacer.

Tengo miedo, pero no es como hace más de 10 años que no sabía qué hacer. Tengo más experiencia, tengo, de alguna forma, más recursos en general, y, sobre todo, tengo mucha gente que me quiere.

Ojalá eso sea suficiente para no dejarme caer de nuevo.

Aquí vamos...