En esta no

Oficialmente me acaban de batear; bueno, no... de "liberar". Pero no es algo necesariamente malo. Es más bien la consecuencia y el agradecimiento por tomarse el tiempo de informarme y dar gracias por los momentos vividos.

La verdad comprendo que las cosas no iban a funcionar porque simplemente nuestras prioridades de vida eran distintas al menos en lo espacial, ya que él decidió irse de Querétaro por una mejor situación laboral. Y no lo culpo. Él está en su derecho de establecerse como desee, así como yo estoy en mi derecho de decidir quedarme donde estoy hasta donde sea posible.

Sobre todo agradezco que me lo haya dicho, porque justamente yo estaba procesando el hecho de que se fue sin decir palabra y asumí que ya se había acabado este asunto. Como siempre, la duda del "¿qué hice mal?" existía y yo sin saber cómo resolverlo. Pero gracias a un amigo logré comprender la situación y simplemente dejarlo ir.

Y ahora viene y se despide de mí. Lo agradezco mucho.

La vida sigue, pero al menos tengo la capacidad de poder relacionarme y seguirlo intentando.

Confesión gamer

Te prometo, en honor a tu confianza, que lo trataré en la primera terapia que tome.

Y así lo cumpliré.

Aba

No sé quién era esta persona. Un analista político que sigo la reenvió.

Pero su "último" tuit me dio mucha tristeza, y me generó un poco de ansiedad.

No estoy listo para morir. Gran sorpresa. Pocos lo están. No solo en la parte legal/fiscal, sino hasta familiar. Pero enviar tu último tuit, tu última interacción en redes sociales... da un poco de miedo.

El otro día le platicaba a alguien muy querido mi "plan" de preparación. Con mi familia ya tenemos pagado nuestros servicios funerarios y hasta la cripta donde vamos a reposar todos. Suena raro, pero apoyé la idea porque cuando alguien de nosotros requiera según disponga Dios los servicios, los demás podrán enfocarse en la pérdida sin preocuparse por las cuestiones legales.

Y, sin embargo, llevo muchos años pensando en el momento en que voy a morir. "¿Cómo se sentirá?", me pregunto. Y temo decir que ha afectado un poco mi fe en la Vida Eterna que Jesucristo nos menciona. No me preocupa, que debiera, si he sido buena persona y seré digno del Paraíso. Me preocupa más el mero momento en que deje de respirar.

También reconozco que he trivializado el tema pensando en dejar mi voluntad en un documento electrónico con miras a que alguien que designe se encargue de cerrar apropiadamente mi vida digital, y a gestionar mi colección de juegos y demás cosas porque mi familia ha declarado que no sabrá cómo disponer adecuadamente de todo lo que tengo. Entonces lo ideal sería, creo, designar a alguien de mucha confianza para que distribuya y/o venda mis cosas según lo indique. Me preocupa también quién será ahora porque la persona que tenía asignada prefiero mantenerla alejada por su actitud hacia mí. Pero esa es otra historia.

Sé que tengo mucho por hacer para procurar una vida y, espero, una vejez digna y sana. En todos los aspectos, físico, económico, social, sentimental, familiar. Pero no, solo me la paso pensando si voy a morir en paz o me va a pasar algo trágico. 

Luces

Me cuesta trabajo recordar cosas bonitas que hacía con mi padre. La relación con él siempre fue difícil y admito que muchas veces lo evitaba para evitar confrontaciones; al mismo tiempo somos muy parecidos y al mismo tiempo tenemos perspectivas diferentes de vida.

Hace un momento platicando con unos amigos, recordé que cuando era niño mi papá tomó un carrito militar de plástico y le puso circuitería por debajo y una pila para poder ponerle luces reales con foquitos como los de las linternas de aquel entonces.

Me sentí raro. Primera vez en mucho tiempo que recordé algo bonito con mi padre. No es que no haya bonitas cosas en mi vida con él, solo que a veces pareciera que recuerdo con mucha más facilidad las cosas malas con él que las buenas.

A lo mejor no es justo para él, lo sé. Definitivamente no lo es para mí. Confío eventualmente ir recordando más cosas.

En algún lugar

Voy llegando a casa después de pasar casi toda la tarde y noche fuera.

Tuve una cita (bueno, según yo) con un chico muy agradable y guapo. Sin embargo, no la disfruté tanto como debiera, ya que estoy pasando por un periodo de ansiedad desde la tarde y que hasta el momento persiste.

Razones hay muchas. Por un lado, Shanty se puso mal y aunque después de veterinario está mejor, es un recordatorio de que podría no quedarle mucho tiempo.

Por otra parte, falleció en un accidente en EE. UU. el hijo de mi comadre, y aunque no hay mucho por hacer por nuestra parte, sí me preocupa porque podría dificultar aún más la relación entre mi ahijado y su mamá.

Puede ser también porque fui a una feria de vivienda y al pedir informes, me preocupé al no tener carro y que cada vez los fraccionamientos los hacen más lejos.

También puede ser que, como se me está terminando uno de los medicamentos psiquiátricos, estuve tomando un poco menos para que me alcanzara, cosa que ya corregí hoy tomando la dosis correcta.

Pese a que fuimos este chico y yo a un show de stand up con Jesús Guzmán, siento que no me reí tanto como otras veces, como por estar pensando en la ansiedad.

Sin embargo, me animé a cantar "En algún lugar" de Duncan Dhu en el "Cajaoke" y creo que eso aminoró la ansiedad.

Creo que me pondré a jugar un rato a ver si me tranquilizo más. Al menos no tengo que levantarme temprano mañana domingo. 

PD: ¡Me acaba de invitar al cine mañana! 😊 Obvio que acepté.

Paradigm shift

"Los errores se pagan caro"...

Es parte del legado que me dejó mi padre. Una frase con la que me he hecho mucho daño. Y que no había intentado sacarme del sistema.

Gracias a mis amigos chilenos me he vuelto fan de un programa de juicios en TV llamado "Carmen Gloria a tu servicio", un programa que me encanta por su producción tan sobria donde se respeta mucho a las partes y es realmente educativo en términos de las leyes del país andino. No funcionaría un programa en México porque aquí nos gustan los gritos y sombrerazos y no nos gusta saber de nuestras responsabilidades legales.

La jueza, Carmen Gloria, dice mucho una frase en su programa: "no se cometen errores, se toman decisiones", y sí es cierto, en términos de asumir responsabilidades.

No es la mejor frase para mí, pero estoy haciendo un esfuerzo para asimilarla en mi día a día, en lugar de la otra frase.

En círculo completo

He avanzado bastante en la natación. Aún tengo miedo y mi condición física no es tan buena, pero ya puedo sumergirme y nadar un poco.

Hoy practiqué las brazadas. Ahí la llevo pero me falta sacar bien los brazos y coordinar mi cuerpo entre mover las piernas, sacar aire, avanzar y hacer bien la brazada.

Hoy estuve pensando en esta melodía durante la clase.

Me siento un poco satisfecho. Le estoy agarrando el gusto aunque aún me da pereza terminar mi turno laboral y correr a la alberca.

Hundir

Hoy fue mi segunda clase de natación.

Debí empezar el lunes pero por andar con síntomas respiratorios no pude, al menos no fue COVID.

Me animé a entrar porque, aunque iba a reducir otra vez mi poco tiempo libre, sería una opción para hacer algo de actividad física e intentar algo nuevo.

Me tomó tiempo mentalizarme porque aún tengo temor de que algo me pasé ahí. Ayer me sentí bastante frustrado porque no podía hacer "bucitos"; la sola sensación de meter la nariz me causa mucha incomodidad y coordinar la respiración con la boca y sacar el aire bajo el agua se me dificulta todavía. La sensación de estar en el agua me genera una ansiedad muy breve.

Aún así, mi hermana me estuvo dando ánimos después de la clase de ayer. Me dijo que no me desesperara, que iba a tomar tiempo.

Y sí, ese es mi problema. Quiero aprender rápido aunque no sé para qué. 

Pero hoy fue un poco más satisfactorio, ya pude meter más la cabeza boca abajo y soltarme de la orilla un poquito. Después la instructora me pidió que tomara distancia de la orilla y me aventara bajo el agua hacia la orilla. Al principio me costó trabajo pero cuando me di cuenta, ya podía meter con más confianza la cara en el agua, ya solo me faltaba coordinar respiración, enderezar el cuerpo y flotar. Me tardó muchos intentos pero le pude ir perdiendo el miedo a hundirme. Al menos un poco.

Después me pidieron que tomara más distancia y me aventara. Solo tres o cuatro veces pude llegar a la orilla, las otras me quedaba a medio camino y me apanicaba un poco y me agarraba de la orilla de al lado.

Pero siento que hubo un avance a ayer.

De todas formas, ver a mis otros compañeros de carril que ya se desplazan y hacen más cosas me genera esa sensación de incompetencia de mi parte, aún me sigo comparando inconscientemente.

Supongo que poco a poco lo iré haciendo mejor, me irá dando más confianza y todo.

PD: Hoy vi a un hombre muy guapo en el carril. Pero estaba tan enfocado en hacer bien mis ejercicios que no le presté tanta atención. También lo vi en el vestidor al final. Aunque ya había estado en un vestidor cuando iba al gimnasio, creo que me pude comportar como si nada a pesar de que había otros hombres vistiéndose. 

Se nos rompió el amor

Hoy puse mi app de música con las canciones de mi SD del teléfono, algo que he estado haciendo de unos días para acá para variar un poco de Spotify con música que no tiene ese servicio. Entre esa música están los conciertos de varias generaciones de La Academia.

Estaba en camino a Plaza del Parque a ver qué había en el GamePlanet cuando salió esta canción. De repente me monté a ese momento hace ya casi cinco años donde, como dice la canción, "una mañana gris al abrazarnos sentimos un crujido frío y seco". Empecé a tararearla mientras buscaba alguna oferta entre los juegos de Switch.

Después la estaba cantando. Me sentí nostálgico; no por el momento per sé, sino porque es una canción que se adapta totalmente a lo que me pasó. Hacía mucho que no sentía ese grado de identificación.

No fue triste. Fue raro, quizá irónico.

Ojalá pronto pueda sentir identificación con alguna canción menos... triste.

PD: Debo aclarar que no recuerdo haber escuchado la original de Rocío Jurado, la voy a buscar.

Leucemia

Hoy me dijo mi mamá que Shanty se puso mal y hubo que llevarla al veterinario.

Sé que ella tiene leucemia, que se le han estado desarrollando unas bolitas en la panza, que ya tiene 16 años. Eso lo sé perfectamente.

Le recetaron antibiótico y cannabis. Sé que es una condición que lo ameritará de aquí en adelante. Ahorita dijo mi mamá que está con buen ánimo y comió muy bien.

Sé que su final está cerca. Racionalmente lo sé. Estoy consciente desde hace tiempo. Si vemos que sufre mucho, estamos todos de acuerdo en tomar la difícil decisión para que ya no sufra.

Pero no puedo dejar de llorar. Me siento terrible porque, como mi mamá y mis hermanas, quiero mucho a Shanty. Me siento culpable por haberme quedado acá en Querétaro (en parte por las molestias en la garganta y la guardia del trabajo) y no estar con ella.

Traté de comunicarle mi sensación a mi hermana y no pude. Me pide que no llore... como si pudiera no hacerlo.

Tal vez no la vuelva a ver. Eso me duele mucho. Y me haría sentirme muy mal.

Supongo que es normal. El ciclo de la vida. No hay más que hacer en ese sentido.

Dijo mi hermana mayor que la consintamos en todo. Es lo más que podemos hacer.

Ojalá pueda volver a verla aunque sea una última vez. Y si Dios decidiera que no la veré nuevamente, ojalá tenga la fuerza para soportarlo.

Evidencia

Hoy es Día del Padre.

En general no le puse mucha atención a la fecha. Día normal, hacer cosas en casa de mi mamá, pendientes y eso.

Ir a comer a Tequisquiapan, comprar plantas, arreglar las cosas para regresar a Querétaro, llegar, hacer la limpieza y ponerme a ver La Academia. 

Mi mamá me llamó hace un momento (se me olvidó llamarle cuando llegué), y me soltó la pregunta: "¿Por qué no le llamas a tu papá? Si no te contesta, tienes la evidencia por si la ocupas".

Lo pensé un poco y dije que lo haría. 

Y lo hice. 

Llamé con la expectativa de qué decirle si me respondía. "Hola. Feliz Día." ¿Y ya? ¿Qué me iba a decir si no hemos hablado en mucho tiempo? 

... y la llamada me mandó a buzón. 

Tengo una evidencia... ¿de qué? No sé. ¿Para qué? No sé. Pero la tengo. Lo intenté. Intenté contactarlo. No perdí la esperanza. ¿Debería aún conservarla?

Mejor sigo viendo La Academia. No hay más por hacer. 

Pérdida por un error de criterio

Perdí cerca de $3,000 en unos boletos de un concierto que no pude ir, por falta de planeación y asumir cosas que ni al caso.

Si no los hubiera comprado, hoy podría con la mano en la cintura planear un viaje rápido a la CDMX a La Mole y no quedarme ahorcado de dinero para la quincena y para pagar mi servicio dental.

Pero no fue así. Y aquí estoy llorando, con días de vacaciones casi listos, sin saber qué hacer ni haber superado el no poder ir. Lo peor del caso es que si me quedo este fin, nomás me voy a sentir peor estando solo, pero no tengo tampoco muchas ganas de ir con mi familia.

Me siento de la patada. Y no es la gran cosa ir a ese evento. Pero ni modo. 

Quisiera no haberle aprendido a mi padre la frase "los errores se pagan y se pagan caro".