viernes, 2 de diciembre de 2011

La diosa del sol, arte e historia digital

Hace algunos años, leía en una revista sobre un juego para PlayStation 2 en el que se alababa el apartado gráfico y resaltaba el uso de un pincel "en pantalla" para realizar ciertas técnicas o acciones necesarias para avanzar el juego. En su momento no le puse mucha atención porque a duras penas había jugado juegos de PlayStation, aunque sí me llamó la atención el hecho de que el juego pareciera como hecho en acuarela.

Tiempo después, habiendo saliendo el Nintendo Wii, se anunció el lanzamiento de dicho juego, aprovechando el innovador tipo de control. Habiéndome informado con mayor detalle del juego y sus características, fue que no pasó mucho antes de que me decidiera a comprar el juego Okami, producido por Capcom y desarrollado por Clover Studios.

¿De qué se trata? Okami está muy apegado al folclor japonés, narrando las aventuras de Amaterasu, la diosa del sol, quien reencarnando en una loba y usando diversos instrumentos divinos debe buscar a toda costa restaurar la tranquilidad de las tierras de Nihon al pelear contra Orochi, la serpiente de 7 cabezas quien busca sembrar el caos y la destrucción; a lo largo de la historia te encuentras con un buen número de personajes que tienen una participación importante en la historia, siendo de los primeros Issun, un enviado celestial quien con una actitud no muy "divina" busca cumplir con su objetivo acompañando a Amaterasu montado en su hocico.

La historia suena en sí bastante simple, pero afortunadamente Okami tiene ciertos giros argumentales que hacen que el juego se desarrolle de una manera muy interesante, y, lo más importante, de una manera en que lo vives. Hay momentos alegres, hay tragedias, y momentos tristes, todos clave para sazonar esta historia única; como si no fuera suficiente, también hay ocurrencias de los personajes que los vuelven un poco más reales.

Amaterasu, además de echar mano de su espejo, espada o rosario para atacar, puede hacer uso del Pincel Celestial, un instrumento que le da acceso a diferentes acciones tan simples como el usar fuego, hielo, trueno, viento o agua, realizar cortes a piedras, troncos y enemigos, o incluso restaurar ciertos objetos y hacer florecer las plantas.

Como ya se comentó, el juego es prácticamente una traslación de la versión inicial para PlayStation 2, añadiendo el uso del WiiMote para poder realizar las técnicas del pincel. Es de destacarse el aspecto gráfico. En lo personal nunca había visto un ambientación tan sencilla, pero tan magnífica simulando que todo el juego se ve a través de una acuarela. Ver animaciones como las que ocurren al restaurar zonas malditas me dejó con el ojo cuadrado.

¿Y la música? Es de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo. Partiendo de instrumentos musicales de origen japonés, concuerda y ambienta completamente el juego. Melodías como "Shinsuu Field", "Ryoshima Plains", "Tribe of Heavenly Gods'" y "The Sun Rises" me parecieron verdaderas obras musicales.

Honestamente, me tardé un buen tiempo en jugarlo y terminarlo; de principio, salvo la parte gráfica, como que algo faltaba para que me atrayera lo suficiente y me la pasara jugándolo diario. Después de una pausa para jugar otros juegos, lo retomé, y, ¡qué maravilla! Siendo sinceros, en modo de juego no es precisamente innovador (cayendo en la categoría de juegos como Zelda o Metroid), pero el uso del pincel le dio un giro interesante y no muy visto en otros juegos. De a poco en poco, de emoción tras emoción con los giros argumentales, las partes chuscas, y los momentos tristes, de peleas y más peleas con demonios de todos tipos y demás, llegué a la parte final donde he de reconocer que por estar escuchando la música del final se puede decir que no recuerdo cómo lo vencí... así de conmovido estaba.

El final sí siento que fue un poco "incompleto", que me quedó a deber, sobre todo tratándose de un juego del que habiendo pasado años no se vislumbraba tener una secuela... o eso parecía.

Capcom anunció en el 2010 que lanzaría una secuela de Okami, pero no para una consola casera, sino para una portátil, siendo el Nintendo DS el elegido para contar la nueva historia. El protagonista no sería esta vez Amaterasu, sino un pequeño cachorro de lobo con una aparente conexión a la diosa del sol. El cachorro fue nombrado Chibiterasu, naciendo así Okamiden y siendo lanzado este año.

Me tomé un buen tiempo para decidir a comprármelo, porque sabía que era un juego que merecía toda mi atención. Y, caray, quedé gratamente encantado con el juego. Por supuesto, uno tiende a compararlo con su antecesor y aunque, en mi opinión, no llenó totalmente los zapatos que dejó Okami, por sí solo es un excelente juego.

Gráficamente cumple con su función, tratando de plasmar la "majestuosidad" de la "acuarela en movimiento", por supuesto que con menor resolución, pero no es algo que al menos a mí en lo personal me importe demasiado. La parte sonora me quedó un poquito a deber, la verdad, pero tampoco es algo que no merezca ser reconocido, manteniendo la misma línea y haciendo arreglos a algunas melodías del juego anterior.

El modo de juego en sí no cambió mucho, aunque se adiciona la cooperación con personajes dentro del juego para atacar y hasta interactuar con el entorno. Por supuesto, el Nintendo DS no pudo ser mejor consola para implementar la funcionalidad del Pincel Celestial; noté un poco lenta la interfaz al cambiar la pantalla para hacer trazos, pero es cuestión de habituarse, finalmente.

Argumentalmente sí es un digno sucesor de Okami, manteniendo los giros y situaciones chuscas; igualmente eché lágrima en uno o dos momentos conmovedores. Cuando vas adentrándote a la parte final del juego, una o dos sorpresas te esperan, y no digamos la pelea final... una mezcla de emociones, sin menospreciar la conclusión de la historia.

Es grato saber que aún cuando la industria de los videojuegos tiende hacia aspectos muy plásticos y efímeros en todos los aspectos, hay gente creativa con ganas de hacer algo probablemente no diferente ni necesariamente innovador, pero sí algo que den ganas no solo de jugarlo, sino de vivirlo, de sentirlo, de verlo y de oírlo, de llorar y reír, de conocer otras culturas, de quedarte con una o dos cosas para reflexionar y quizá aplicar en la vida diaria. Gracias, Okami y Okamiden.

lunes, 3 de octubre de 2011

Arte de matar (Seguimiento)

Finalmente en Barcelona, España, entró en vigor una legislación que prohíbe las corridas de toros (o la "fiesta brava"... terminología "bonita" al final); la última corrida ya ocurrió por aquellos lares.

Estoy seguro que muchas organizaciones a favor de los derechos de los animales estarán contentas por este triunfo, y de alguna forma no es para menos. Ya había comentado hace algún tiempo mi opinión de la tauromaquia y realmente no ha cambiado para nada: es un evento bárbaro, casi primitivo equiparable al Coliseo Romano, con la diferencia de que acá es "artístico" el marear y ver cómo sufre y se desangra un animal.

¿Es casi sociópata el disfrutar algo así cada semana, como si fuera un máximo evento social y hasta familiar?
¿Es enfermo calificarlo de arte y de cultura, y hasta de herencia y tradición?

...yo diría que sí.

Pero, hey, calma, no me voy a volver intelectual de izquierda, ni político, ni mucho menos activista; no tengo ni la preparación, ni el tiempo, ni el cinismo, ni el interés de ninguna de esas cosas (gracias a Dios). Simplemente es lo primero que pienso cuando se habla de este tipo de eventos.

Además, el asunto de tocar este tema viene a colación porque en México, extrañamente, algunos actores políticos ya empezaron a aprovechar la polémica generada (si tienen o no calidad moral para hacerlo ya no viene a discusión)... y por otro lado, no faltan aficionados y empresarios que defenderán, literalmente, "a capa y espada" esta "sana" actividad.

Sería tentador no pensar mucho y decirles a estas personas que los derechos de los animales son más importantes que una cultura, una tradición, una afición, y hasta un negocio. Pero... ¿y si le pensamos un poco más hacia todo lo que implican las corridas de toros?

Ahora que estuve de vacaciones, tuve la oportunidad de ver la película "Bee Movie"... y aunque la traspolación va a ser un poco bárbara, creo que hay cosas que pueden aplicar de la trama de la película al tema que nos concierne. Para ser breves... ok, supongamos que se acabaran las corridas de toros... ¿y qué va a pasar con las familias que se sustentan de la crianza de toros de lidia o del mantenimiento de ruedos u organización de las corridas de toros?

Momento, amigos anti-capitalistas, tampoco me estoy pasando al lado obscuro del dinero inescrupuloso, no se me alboroten tan rápido.

Creo que es válido trabajar y ganar dinero por actividades que involucren animales... pero no por aquellas que incluyen agresiones violentas que hagan sufrir al animal. Y no, no estoy poniéndome en el plan de que todos nos hagamos vegetarianos (¿qué? ¿apoco me van a decir que las plantas y vegetales no tienen vida ni sentimientos y no sufren cuando uno las corta al cosecharlos?). El chiste de todo esto es el para qué y el cómo. Es así de simple, y así lo planteé en la otra entrada del blog: no es lo mismo matar (de manera "controlada" y "sin sufrimiento") para comer, a matar nada más porque es divertido, porque es un arte el dar una estocada o el salir triunfante con dos orejas y un rabo (me pregunto qué harán los toreros con esas cosas al salir, ¿las guardan?).

¿Entonces? ¿Debemos de prohibir las corridas de toros o no? Yo pensaría, sin ser conocedor de esta "fiesta" ni perteneciente a alguna corriente ideológica, política ni activista... que no, no es como para ponerse en el extremo de prohibirlas porque sí. Si realmente tienen un valor cultural, una tradición... o un "algo así bien quién sabe cómo" que haga valer la pena ir a una plaza... entonces, ¿por qué no omitir de las corridas toda la parte de mutilaciones y lesiones a los toros? ¿No sería viable? Digo, así todos quedamos contentos... ¿no?

martes, 6 de septiembre de 2011

"¿Qué el Gobierno haga algo?"... ¿cómo esto?

Hoy en el trabajo me enviaron un correo de esos re-re-re-enviados, pero creo que por el contenido, vale la pena compartirlo. Lo comparto íntegramente y sin comentarios esta vez. Y no, el saco no es unitalla.

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Tengo un primo que estuvo en el tutelar por asalto a mano armada, después de salir de dicho lugar, estuvo vendiendo "vino adulterado". Su madre y hermanos estaban felices, por que vendía veneno mezclado con un veneno todavía peor. Decían que era bueno, y que ganaba buen "dinero fácil" con ello. ¿Qué podía hacer el gobierno para corregir la educación que en casa dió mi tía a su hijo?
 
Tengo un primo que ya padeció sífilis, gonorrea y se infestó de pedículus humanus pubis (piojos genitales), aunque está casado y tiene ya dos niñas "adora a las prostitutas". Por suerte en la actualidad está sano (o eso espero), y dice que "ya es especialista en enfermedades de transmisión sexual" (aunque no terminó la escuela preparatoria). Justo hoy fué a gastar otros $550.oo pesos en una ramera, y se mantiene un poco preocupado de no saber si ya contrajo VIH. Su padre (mi tío), a corta edad lo llevó con una prostituta, "para que se hiciera hombrecito" y supiera "qué es estar con una vieja".
¿Qué podía hacer el gobierno para corregir la educación que  en casa dió mi tío a su hijo? ¿Por qué mi tío no acudió a donde se les explique sobre educación sexual y no a las "agencias de masajes"?
 
Tuve un tío, el "Tío Vicho" (Victor) que murió hace dos años por alcoholismo, de joven era bravo y broncudo, le llamaban "El Burgues". El me platicaba como se encerraba con mujeres, pues él "era el chido", el que cargaba "la cocais", el guapo y fornido (y claro que de joven lo fué, y de sobra). Se internó en centros de recuperación para drogadictos y alcohólicos cantidad de veces. En una ocasión, estando él "en reposo", en casa de mi madre, en la madrugada empezó a gritar: - Las arañas, ¡Maten a las arañas! ¡¡¡Las arañas!!! - cuando corrimos a su recámara mi madre y yo, lo vimos saltar de un lado a otro de la cama, despierto, asustado, con esos ojos gigantes de drogadicto asustado, por fin lo pudimos controlar. ¡En esa limpia recámara no había ningún ataque de arañas gigantes!
¿Qué podía hacer el gobierno para corregir la ruta que mi tío fué fortaleciendo entre familia y amigos, hasta lograr su muerte? Mi abuela siempre dijo: Son hombres, deben ser cabrones y viejeros. ¿Esto lo podía corregir el gobierno? ¡Si ni en casa interesó! Cuando Victor murió, mi abuela y yo contamos 34 botellas de alcohol del 96 de 300ml (el que se usa para curar heridas) encontradas debajo de su cama.
 
En México, mi país, cada que tenemos un terremoto o inundación la gente se pelea por la ayuda que llega de fuera y del propio gobierno. Mientras algunos tratan de salvar su vida, otros entran a casas de hermanos y vecinos para ver que se roban, de preferencia en la noche, "cuando es más fácil", sino es que los propios policias, militares y rescatistas encueran las casas. En Japón, hace unas semanas tuvieron una contingencia nuclear, la gente, damnificados, aun con hambre, esperaban formados agua y alimento, ayudaban a quien podían ayudar, "nadie robó nada", y se publicó a Japón como un pueblo organizado y moral por todo el mundo. Un ejemplo a seguir, un país que "aun con hambre y oliendo muerte" se sabe formar y esperar un turno, donde los ancianos son sabiduría y no un estorbo. ¿Qué podría hacer el gobierno mexicano para corregir a un pueblo desorganizado, indiferente, amoral, semireligioso y conformista, novelero y bebedor?
 
Hace unos días, estando dos niños menores de quince años "jugando" en casa, uno embebió al otro con un solvente y le prendió fuego. ¿Necesitamos un policia en la sala - comedor de cada casa?Mientras, en otra colonia, una mujer permitía que su propio amante violara hasta la saciedad a su hija menor de edad, siendo esta testigo ocular y presencial, "para que no buscara el hombre algo en la calle y no le fuera infiel" ella mejor ofrecía a su propia hija. ¿Que el gobierno haga algo? A una mujer no le importa su propia hija, ¿Cómo cambia esto el gobierno?
 
¿Que hará el gobierno para tirarnos los televisores a la basura y meternos la cabeza en los buenos libros?
 
¿Qué hará el gobierno para mantener a los treinta vagos, alcohólicos y dogadictos que se juntan en la esquina de mi negocio y de mi casa? Si sus "mamis" los quieren tanto.
 
¿Cuál gobierno? ¿El de hace 100 años o el de hoy...? O peor, el gobierno de mañana... donde estarán tus hermanos y nietos... ¿Que el gobierno haga algo?
 
No estoy de acuerdo en quejarme de el gobierno, pues uno u otro partido está "lleno de mexicanos", como yo, mexicano. Esos que tuvimos una revolución que nos enorgullese, donde soldados por un lado y revolucionarios por el otro violaban ancianas, mujeres y niñas, delante de sus hermanos, maridos e hijos, que después de presenciar el evento serían asesinados, sino torturados antes de esto. Y además, quemaban los cultivos, robaban las gallinas, guajolotes y puercos... los puercos. Mexicanos contra mexicanos, como hoy.
 
Los cantores españoles y latinoamericanos "saben" que vendiendo en México ya se abrieron mercado, por que aquí, cualquier extranjero vale más que un mexicano. "El argentino" (dueño de una gran maquiladora de Guadalajara), siendo patrón y buen amigo de mi primo "El Chivigón", en una ronda de cervezas le confesó: - Alberto, aquí en México españoles y argentinos vivimos felices, llegamos a pedir permisos y hacer trámites y los mexicanos nos tratan mejor que a sus propios compatriotas, nos brincamos filas y ahorramos tiempo gracias a ustedes, las mujeres, por alguna razón, aunque seamos horribles, siempre nos sobran. -
 
¡Viva México Cabrones! ¿Viva México? ¿Qué parte de México? ¿Los idiomas indígenas que nos avergüenzan o los tenis Nike que utilizamos? ¡Viva México! ¡Grítalo aquí!, en nuestras fiestas patrias, por que cuando te paras en China o España agachas la cabeza, pa' que no te vean que eres mexicano.
 
El presidente de mi país dice que acabará con el narco... NO, no es así. Cuando los medios de comunicación le piden resultado el no debe de prometer que terminará con los transportadores y productores de la cocaína, debe de pedir que revisen a "sus hijos" las narices pa' ver que se están metiendo... ¿quién creen que se está aspirando tantas toneladas de polvo blanco? ¿Los extraterrestres?
 
¿Qué hará el gobierno para que dos de mis vecinos dejen de querer modificar, pintar y rayar mi propiedad?, ¿Qué hará el gobierno para que mi vecina deje de arrojar los escrementos de sus perros en mi azotea?, ¿Qué hará el gobierno para que mi vecino deje de fumar marihuana junto a mi tanque de gas desde las 8:00am, cuando sus padres se van?
 
Que si la policía es corrupta... tengo familiares y amigos policias, y sí, (no todos, pues estamos también llenos de héroes anónimos) pues no entran a ese oficio ni por lo seguro del oficio ni por el sueldo. Los médicos, que recién fueron testeados en exámen, no tuvieron aprobación científica ni en 5%... ¿Qué va a hacer el gobierno? ¿Ponerles orejas de burro a todos los que traen batas blancas por que sus pacientes no importan y se mantienen en hospitales solo por las prestaciones, esperando jubilarse tempranamente?
 
En Huentitán, donde vivo, hace dos años un joven murió a balazos...y no, no fue víctima de la delincuencia, fue víctima de su estupidez. Los de "Los departamentos" contra "Los de el panteón" se apedreaban hacía meses o años, un día, uno sacó cuete pa´ darles a los otros, y las pedradas se han convertido en balaceras. Los encuentros se dan entre las 9:00pm y las 3:00am, ¡Que el gobierno haga algo! Si a sus propias madres no les importa que se maten unos a otros, y como son menores, "no pueden ir a prisión" todavía. Eso sí, a los que han sido recogidos por patrullas, acude la familia rápidamente a buscar hacia donde se los llevaron para liberar a sus angelitos. Se tatúan a "La Virgencita" en un brazo y "Una pistola" en el otro.
 
¿Que el gobierno haga algo? Sí, tienen parte importante, pero organizados no necesitamos ni a un gobierno. El gobierno no es y no puede ser más que "administrador".
 
¿Que el gobierno haga algo? ¿Qué va a hacer el gobierno para que tu familia y la mía no insulte ancianos, respete a los niños, evitemos las drogas, enseñemos "valores" en casa? ¿Qué hará el gobierno para que no gastemos "más" de lo que podemos pagar? ¿Cómo el gobierno nos va a "desiflar" estos senos jugosos de grasa por comer 10 veces más calorías de las que requerimos? ¿Cómo el gobierno nos pondrá a caminar 2 kilómetros diarios o a trotar 10 minutos por día?
 
¡Que el gobierno haga algo! Por que las calles están llenas de perros y gatos abandonados, por que NO ENTENDEMOS que son seres vivos que respiran, aman y sienten. Por que tu familia y la mía tira a las mascotas cuando crecen y se hace obvio que "no son de raza". Por que todos esos perros y gatos sin raza que están en las calles son como yo, pues soy una mezcla de Mayas, Aztecas, Españoles y Árabes, y ¿quién sabrá de que más? Yo, como los perros amarillos. ¡Que el gobierno haga algo! Para que mis jóvenes vecinos (casi niños) ya no electrocuten gatos ni los "hagan explotar", a veces desechos con vidrio o raticidas que "compra sus madres" en cualquier ferretería.
 
¡Que el gobierno haga algo! Por que en el Sanatorio que está entre Circunvalación y Artistas hay una mujer abandonada que dio a luz un niño hace tres días, no hay quien pague la cuenta ni quien la acompañe en su bendición.
 
¡Que el gobierno haga algo! Por que mis tíos que viven en Los Estados Unidos de Norteamérica cruzan las calles por las esquinas, no tiran basura, no manejan bajo los efectos del alcohol..., por que allá te dan "un ticket" o multa, hay cámaras en las calles y te pueden arrestar o quitar la licencia sino es que te arrestan. ¡Que el gobierno ponga más cámaras! Como las de el periférico de la zona metropolitana de Guadalajara, que multaron a más de 2,300 tapatíos en una semana, por que NO SABEMOS LO QUE SIGNIFICA 80km por hora max. Por que aquí lo "chido" es ir rebasar a exceso de velocidad y matar perros, niños y ancianos, aquí es "chido" burlarnos de los pendejos que obedecen las reglas y al prójimo. Porque Cristo y Gandhi nos enfadan, los chidos son Hitler y Napoleón, ¡Arriba los narcocorridos y la música de banda! ajua. ¡Que el gobierno nos presente a Vivaldi, Mozart y a Silvio Rodríguez!
 
Por que aquí "el que no es transa no avanza", por que en la "normalidad" somos gandallas. Por que lo "normal" es quedarte el billete que otro tiró en el piso, el "anormal" regresa el billete a su dueño. Por que el "normal" no hace caso al profesor y se burla en su cara, el "anormal" hace tareas, estudia y se prepara. Por que el "normal" grita, mienta madres y es agresivo, el "anormal" es callado, respetuoso y tranquilo. ¡Que el gobierno haga algo! Por que es "normal" que no entendamos entre lo moral y lo indecente.
 
¿Que el gobierno haga algo? Producimos los libros para el sur de américa, ¡pero en México no se leen!
 
¡Que el gobierno haga algo! Por que en mi familia son famosas las telenovelas (no las novelas escritas), el refresco negro, la señora Chapoy y el fútbol, por que a mis tías y primos les enfada escuchar hablar de Sócrates, Platón, Aristóteles, Copérnico, Galileo, Kepler, Newton y Einstein... ¿quién diablos es John Nash? Por que los libros como la Biblia son adornos de casa, "no para leerse". Por que solo los idiotas pagan diezmos e impuestos. ¡Arriba las Chivas!, ¡Arriba el América!, ¡Arriba el Atlas!, ¡Vamos Chicharito! Por que en los clavados, tae kwon do y otros deportes, a los mexicanoscampeones se les reconoce en todo el mundo, así como a nuestros ancianos y paraolimpistas medallistas, pero "me aburre" saberlo, pues a mi compadre no le gusta tomar cagüamas (ballenas ó chelotas) con esos temas.
 
¡Que el gobierno haga algo! Por que Martita es madre soltera y tiene tres niños de tres diferentes padres. Y ¡ya está embarazada otra vez!, y ¿sabes qué?, son "gemelitos" esta vez. ¡Que el gobierno haga algo! Por que aunque Martita "no sabe" ni quién es el padre, ella pide la "ayuda" del gobierno, por que también tiene a su madre en silla de ruedas y "no hay quien le tienda la mano".
 
Cuando el DIF fué a la primaria de mi sobrino Beto, ofreció la institución dar una comida "de calidad" por solo $5.oo pesos, un desayuno balanceado con agua de frutas o leche, proteínas, vegetales y carbohidratos de calidad. Las madres de los niños "se molestaron": - A mi hijo no le gusta la leche. - Mi hijo no come frijoles. - Mi hijo no come verduras - (mi primo, el padre de Beto y yo, no lo podíamos creer), así, hasta el día de hoy, los niños siguen comiendo frituras, hot dogs y dulces en el recreo. ¿Que el gobierno haga algo? Por que POR MAYORÍA DE VOTOS se desprecio la ayuda de la institución.
 
Me asusta cada persona que dice: ¡Que el gobierno haga algo! Y cada que lo pedimos, ni siquiera decimos "que debería de hacer" y "cómo se puede sustentar".
 
De cada 10 amigos que egresaron la facultad conmigo, 8 dicen que en la escuela "no les enseñaron nada", ¿entonces por que no se salieron?
 
Soy José Alfredo de la Cruz Murillo, Médico Veterinario dedicado a las Pequeñas Especies y Diseñador de Espacios, vivo en Guadalajara, trabajo en mi municipio y en Zapopan, hago práctica médica privada, organizo charlas "gratuitas" en parque, iglesias y escuelas sobre biología y mascotas, SOY MEXICANO, pero mi familia y mi pueblo no anda nada bien, tengo miedo por mis 2 hijas y el futuro que les espera. Puedo presumirte a mis familiares y amigos médicos, abogados, contadores, arquitectos y morales... pero hoy no es el tema.
 
Por el gobierno de este sexenio no podremos hacer nada, pero el que viene en 24 años será un ejemplo mundial, por que allí estará un hijo tuyo, y tú, lo educarás de forma ejemplar: con valores, formación científica, calidad humana, decencia y lo más importante, responsabilidad.
 
Te saluda un hermano mexicano.
 
P.D. Si tu dices: - ¡Que el gobierno haga algo! -, respeto tu postura, pero no me la comentes.
 
Si compartes mi punto de vista, eres un mexicano responsable y te interesa que 112 millones de habitantes logremos lo que unos cuantos "NO PUEDEN LOGRAR", hoy no envíes un chiste y manda esto a "algunos mexicanos" que conozcas.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Intolerancia y trolls

Con el paso de los años se ha vuelto costumbre hablar de "tolerancia", usado de manera a veces burda para definir el respeto o la no agresión hacia ciertas personas o sectores de la población susceptibles a ser atacados verbal, física o hasta institucionalmente.

Cuando se dio el asunto del capítulo sobre otakus en el programa de TV "La rosa de Guadalupe" (del cual hablamos aquí anteriormente), no habían pasado ni 10 minutos de haber publicado el previo (dos días antes, creo) cuando los foros sobre otakus y cosplay, además de las redes sociales involucradas, se inundaron de comentarios denostando y atacando a Televisa y a la producción de dicho programa. Alguna vez había escuchado de que los otakus en general eran personas muy intolerantes, pero la verdad no lo había considerado hasta ese momento.

Lo peor del caso vino cuando habiendo finalizada la transmisión del capítulo, los comentarios siguieron y siguieron en el mismo sentido de ataque. ¿Por qué fue lo peor? Porque yo creo que el capítulo, lejos de hacer quedar mal a las comunidades otakus y cosplayes, los terminó revindicando en un marco de lección breve sobre respeto y tolerancia. ¿Entonces qué pasa? ¿No les gustó? ¿Mi percepción "positiva" del capítulo fue totalmente errónea? Por cierto... me pregunto cuántos de los que comentaron habrán visto de manera analítica el capítulo... no me extrañaría que en su afán de "boicotear" a Televisa se habrán negado a ver el capítulo.

¿Qué rayos es la tolerancia? Según la Real Academia de la Lengua, "tolerancia" es el "respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias". Naturalmente esta definición puede ser tomada de manera muy ambigüa para conveniencia del lector, pero, de buenas a primeras, en lo primero que pienso cuando leo "respeto" es simplemente en no atacar, no criticar, no juzgar solo porque algo es diferente a lo que yo conozco. Sin embargo, de la teoría a la práctica, se dista mucho de que realmente hagamos patente el ser tolerantes.

Con estos antecedentes, iré al punto central de esta entrada.

Me he dado cuenta de que cada vez nos volvemos si no menos tolerantes, sí menos respetuosos con cosas que en algunos casos ni nos van ni nos vienen. Lo malo es que dentro del no respetar muchas veces conlleva el "no sé y no quiero saber"; lo desconocido usualmente genera cierto temor, y el temor en muchas personas lleva a la agresividad. Lo malo viene cuando teniendo las herramientas para saber, no quieres saber, o simple y sencillamente no te das cuenta de que por el "ejercicio" de tu intolerancia estás afectando el derecho de otros.

Me declaro una persona intolerante al fracaso, y asimismo de un tiempo para acá han habido personas que por X o Y razón no les gustan mis comentarios al grado de cuestionar mi persona y mi capacidad de opinar; ni una cosa ni la otra me van a hacer llegar al extremo y emular a Aleks Syntek o Ninel Conde, quienes terminaron cerrando sus cuentas en Twitter a raíz de la oleada de malos comentarios y chistes por sus decisiones (la Canción de Bicentenario y sus declaraciones sobre cultura general, respectivamente).

Selena Gómez y Danna Paola ("Patito feo") fueron masivamente atacadas por las fans de Justin Bieber, la primera por su relación sentimental con él, y la segunda solamente porque se especuló que abriría el concierto del intérprete canadiense en sus presentaciones.

Hoy me vengo enterando que Ángel Verdugo, analista económico y comentarista de un programa de radio en la Ciudad de México, exhortó a los automovilistas de dicha ciudad a "acabar con la plaga" de ciclistas, lanzándoles el vehículo, "y aplastándolos". Esto obedece a su molestia porque en días recientes un par de ciclistas estuvieron a punto de "estamparse" contra su modesto vehículo (un Peugeot 206), por "soberbios" y no respetar el reglamento de tránsito. Por si fuera poco agregó que los ciclistas se sienten "europeos, se creen franceses", pero ignoran que son "mexicanos con todo lo que ello implica". Además de incitar a la violencia, ¿quiso poner a los mexicanos como inferiores a los europeos, o cómo?

Precisamente el sábado pasado tuve una discusión más o menos fuerte con alguien (derivada de un leve incidente en la carretera con un automovilista) en parte al hecho de que tiende a "calificar" a la gente según el estado de donde provienen sus placas de automóvil; si son del DF o del Estado de México "son unos naquetes" por su forma de conducir, o si son de Michoacán, "son narcos, seguramente".

En algunos casos no pasa de un chiste de quizá mal gusto, en otros es simplemente "dar el avión" y tomar las cosas de quien vengan, y en otros quizá es trabajar un poquito más en los prejuicios propios. Pero, ¿qué nos está pasando que nos hemos vuelto no solo menos respetuosos, sino que reaccionamos agresivamente a veces sin sentido?

Sobre este último punto, cabe mencionar el concepto de troll que se ha difundido mucho últimamente en redes sociales. Según Wikipedia:
"(...) Describe a una persona que sólo busca provocar intencionadamente a los usuarios o lectores, creando controversia, provocar reacciones predecibles, especialmente por parte de usuarios novatos, con fines diversos, desde el simple divertimento hasta interrumpir o desviar los temas de las discusiones, o bien provocar flamewars, enfadando a sus participantes y enfrentándolos entre sí".

O sea, ahora resulta que el no respetar ya tiene una definición "institucionalizada", ¡y además "aceptada" sino es que hasta pretendida por muchos!

¿No es como para ponerse a pensar a dónde estamos llevando toda esta situación? ¿Por qué está pasando? Ayer oía en las noticias que muchos mexicanos podríamos desarrollar neurosis y no lo sabemos... ¿será por esto? ¿El clima de violencia e inseguridad? ¿La frustración e impotencia por nuestras autoridades? ¿Porque perdió mi equipo de fútbol favorito? ¿Porque Paulina Rubio cantó con los Tigres del Norte (lección aprendida, lo admito)? ¿Porque me las doy de muy lector? ¿Porque soy de izquierda? ¿Porque no me sonrió la cajera del súper mercado? ¿Porque no tengo nada qué hacer?

Razones, válidas y no válidas, simples o complejas, existen. Pero no debe superar nuestra capacidad de análisis ni de aprendizaje. Lo diferente no es malo, el no respetarlo, sí.

miércoles, 3 de agosto de 2011

De rosas guadalupanas y prejuicios japoneses

Esta vez quiero empezar diciendo "honor a quien honor merece"... dedicado a la producción del programa de TV "La Rosa de Guadalupe" y que es transmitido por Televisa.

"¿Eh?", dirán algunos... pues sí, ese canal de TV abierta en México, que se las ha ingeniado por sacar producciones de paupérrima calidad, que se empeña en imponer al público de todo el país contenidos frívolos, vacíos, mal actuados, carentes de argumentos sólidos, esa cadena que todo mundo sabemos que es altamente corrupta y tiene sus entrañas en las más altas esferas políticas... sí, señores, eso me queda bien claro y no está abierto a discusión. Pero hay que saber reconocer cuando hacen algo pequeño pero bien dentro de todo lo malo, como decimos en México, cuando se avientan "un garbanzo de a libra".

¿Qué es "La Rosa de Guadalupe"? Un programa unitario que se transmite todos los días entre semana, que trata en un capítulo de una hora un caso alrededor de un tema en especial; en sí no es muy diferente de producciones similares tipo "Mujer, casos de la vida real" entre muchos otros de muchas cadenas televisivas; lo diferente aquí es que en algún momento se involucra a la Virgen de Guadalupe, una imagen religiosa muy importante para todos los católicos al menos en México. De manera a veces un poco exagerada llega un momento donde el personaje sobre quien gira la trama siente un "alivio espiritual" poco antes del final del capítulo, llevándonos a una reflexión, a veces atinada, a veces forzada, a veces nada más para terminar el capítulo y ya.

Se generó mucha polémica, de la cual me enteré anoche, porque se anunció un previo del capítulo del día de hoy donde se trataría el tema de los denominados Otakus. Los Otakus, según Wikipedia, "en el mundo occidental, (...) es empleado para calificar a aquel que es aficionado a la animación, computacion y cultura japonesa". Dicho de una manera menos técnica, refiere a chicos y chicas que gustan de manera dedicada ver animaciones japonesas, disfrazarse y participar en convenciones (los denominados cosplayer), amén de reunirse con otras personas afines para intercambiar sus opiniones o simplemente para divertirse.

Pues bien, yo, como muchos, me parecía de principio desatinada la idea porque ya es sabido que Televisa suele hacer producciones basura sobre cualquier tema, pero, más grave que eso, cubrir muy superficialmente los aspectos de dicho tema y/o dejarse y generar prejuicios de paso. La idea de ver a dos chavos otakus llegar disfrazados a la escuela y de plano "tomarse en serio su personaje" fuera de su grupo de amigos o eventos dedicados no me daba buena espina, sobre todo por el hecho del posible mal manejo del concepto otaku, ya que temía que lo demostrarían como algo "raro", "freak", y en una de esas hasta como algo "malo" que solamente el poder de la Virgen de Guadalupe podría "curar". De ahí que foros y páginas dedicados al Animé en todo el continente tenían con qué cuestionar... bueno, atacar a dicha cadena televisiva.

Realmente ha sido rara la vez que he visto ese programa, pero esta vez decidí dejarme llevar un poco por el morbo de ver qué tontería harían con el tema en dicha emisión... pero, eso sí, haciéndolo de manera analítica... después de todo, si iba a hablar de él, tenía que ser con la base principal: habiendo visto el capítulo, ¿o no?

Bueno... ¿y qué pasó entonces en este quizá sui géneris capítulo?

Iniciamos, como bien lo apuntaba el avance, con un par de chavos disfrazados de personajes que por supuesto que, con nombres diferentes, son referencias de dos de las principales series de animé en México: Dragon Ball y Sailor Moon, adicionado con otros conceptos en cuanto al manejo de las representaciones otakus y el "personaje" que representaban.

Se entiende perfectamente que a muchos les guste ser otakus, pero, de verdad, ¿alguien se animaría a ir a su escuela disfrazado de uno de sus personajes favoritos, en un día común y corriente? Desde ahí empezábamos mal. A lo largo de todo el capítulo la chava no paraba de decir "soy la diosa del Génesis..." y llegó a causar cansancio, aún en los momentos buenos del capítulo. Por supuesto, en la escuela, donde al menor indicio de ser diferente ya eres rechazado, esto les provocaba a los chavos agresiones primero verbales y luego físicas de sus "compañeros" de clase... y no es para menos. Perdón, pero una cosa es tener un gusto, y otra, como esta chica, es llevarlo al extremo de sentirse al 100% su personaje; y no digo que no haya gente así, pero la idea que va a tener la gente ignorante que ve el programa es "ah, está disfrazada, entonces, ¡está loca!". ¿Qué querían transmitir los escritores, un valor, o un anti-valor?

Para colmo de males, no mucho después sale la "explicación" del enajenamiento de la chica... su personaje de animé era alguien feliz, alguien fuerte, mientras la niña, la "real", era triste y abandonada por su padre... o sea... ¿necesitábamos tocar el punto de los otakus para llegar a lo mismo de toda la vida? La niña bien pudo haber sido darketa o emo o corredora de autos y no habría cambiado mucho el argumento final.

A medio capítulo, se tocó un punto interesante, sin embargo: las lolitas, esas casi niñas que se disfrazan de personajes muy provocativos para los chicos y no tan chicos; se llega a un intento de violación de la chica, "provocado" por su apariencia. Y, por favor, aunque no hay que llegar al extremo de pensar en violar a una lolita, negar que las lolitas son un éxito entre los otakus es como decir que no hay hombres que lo único que saben y ven de animación japonesa es el hentai (animación con muy alto contenido sexual).

Algo muy interesante ocurre con la mamá y la abuela de la niña, aunque por supuesto están conscientes de que el gusto de la chica lo lleva muy al extremo y por supuesto que su primer reacción es rechazarla, desde el principio la abuela tiene una actitud comprensiva, diciéndole a su hija muy tranquila y cariñosamente "¿te acuerdas que tú hacías lo mismo con Parchís? y no quería salir por perderte ni un programa de 'Candy, Candy'", ¡ándale, pues! No era una recriminación a la mamá, para nada, sino una forma de dar a entender que era un gusto, y que había que darle una oportunidad a la chica de entenderla.

En las siguientes escenas, tenemos a la mamá investigando un poco sobre "tribus urbanas de caricaturas japonesas", con el único objetivo de entender a su hija y poder hablarle en "su idioma", el de su personaje de "la diosa del Génesis...". Aunque la mamá falla en un principio al acercarse a su hija (también la hija no ayuda mucho poniéndose a la defensiva), la señora es muy bien apoyada por la abuela de la niña, pidiéndole que tuviera paciencia al irse acercando a su hija. Honestamente, esto me pareció bien manejado y con un par de lecciones simples: "no te rindas", y "haz el intento de comprender a los demás". Ya eso era de admirarse de parte de la producción, aunque quizá no hubiera sido su primer "destello" en todos sus capítulos.

No les voy a platicar más de la trama, es algo que tienen que ver, porque aunque los momentos tensos entre la chica y sus compañeros de la escuela son un tanto predecibles y exagerados, el desenlace es, ¡grandioso! (¡y sí, casi grité de emoción!), en la historia de la TV abierta en México; de verdad yo no recuerdo haber visto algo de ese nivel, y no lo digo por que la mamá empieza a tomar en serio su rol de madre (típica madre trabajadora que no ponía tanta atención a su hija, cosa ya muy vista), sino que logró conectarse con su hija (de una manera un tanto cursi, creo yo, ya lo juzgarán ustedes, pero es válida) con algo tan simple como "darketa, punketa, como sea, te quiero", y llegamos al grado de hablar abierta y dedicadamente sobre tolerancia y no discriminación en la sociedad... bueno, al menos en la escuela, que ya es un avance.

¿Lo mejor? Que en ningún momento a la chica le dijeron "tienes que dejar tus locuras", sino simple y sencillamente la mamá termina de entender lo que la chica resume como "tenía que aprender a hacer respetar mis ideas", y la mamá responde que "tenía que aprender a entenderte", pero que una cosa era ser otaku y otra cosa era ser ella misma, quien es, y que ambas cosas se pueden llevar juntas sin ningún conflicto de por medio.

Aún con algunos errores técnicos, como el "animé es una tribu urbana" y "animés (sic) japoneses" (todo un pleonasmo), el capítulo cierra muy bien con la máxima frase del personaje histórico mexicano Benito Juárez "entre las personas, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz".

¿Y la parte religiosa, que se supone que es parte fundamental del programa? Hasta eso la metieron solo donde debía ser necesario, de manera sutil y creíble, nada exagerado... bueno, salvo lo del "aire aliviador espiritual" que acompaña cada capítulo de la serie.

Señores, cuando hay que despotricar contra Televisa, pues a darle con todo... pero hoy, ahorita, yo, Gil Galindo Bucio, me quito el sombrero ante la producción de "La Rosa de Guadalupe" por un muy buen capítulo que, sí, empezó como siempre... pero terminó como debió ser. Mis respetos... esta vez.

martes, 12 de abril de 2011

Después de la marcha... ¿qué?

(iba a titular esto como "Why the marcha?", pero pues es un tema serio...)

Cada día las cosas en México, en materia de seguridad, están peor, hay que admitirlo. Ya es de todos los días que encuentran ejecutados por aquí, matanzas por allá, enfrentamientos... y en general el crimen organizado ha permeado en todos los niveles donde se le ha permitido, tanto públicos como privados.

Nos podemos llevar líneas y líneas de quiénes son los responsables, pero, a efecto de llegar al punto de esta entrada, nos lo ahorraremos de momento.

La semana pasada se convocó vía redes sociales a una serie de marchas a lo largo de todo el país para protestar por la violencia y para exigir paz, incluyendo, de hecho, a Querétaro (me tocó verlos pasar cuando estaba comiendo). Inicialmente estas marchas fueron iniciadas por el poeta Javier Sicilia, quien desgraciadamente perdiera en días anteriores un hijo a manos del crimen organizado.

Pese a que tuve una semana muy agitada en términos de trabajo y en cuestiones personales, no quise dejar de tomarme un tiempo para pensar; y, antes de continuar, quiero dejar algo muy en claro (para no herir susceptibilidades, ustedes saben): esta es mi opinión, después de meditarlo un buen rato, y por lo tanto estoy en mi derecho de exigir que sea respetada y debatida con civilidad. Bien, la pregunta que me hago ante todo esto es... ¿y para qué sirven este tipo de marchas, cuál es su propósito?

También se ha vuelto "pan de todos los días" el que nos encontramos marchas por todo y para todos, causas válidas y no válidas, pacíficas y violentas... ejemplos hay muchos, y creo que todos los días escuchamos alguna nueva, sobre todo las que ocurren en la Ciudad de México.

Queda claro que todo ciudadano mexicano está en su derecho de expresarse libremente y que igualmente está en su derecho de exigir a las autoridades que cumplan con el trabajo por el cual les pagamos. El detalle viene cuando haciendo uso de ese derecho, terminamos afectando los derechos que los demás ciudadanos tenemos por igual, por ejemplo, al del libre tránsito.

¿Es válido cerrar una calle para que un grupo de personas se manifieste? Por supuesto que sí... pero, ¿cualquier calle? Es decir... si mi presidente municipal no ha cumplido con algo que me prometió y "por las buenas" no cumple (acudiendo a la instancia correspondiente), entonces obviamente que me junto con mis vecinos y me manifiesto... pero, ¿para qué rayos me voy a manifestar en hora pico en una de las avenidas más congestionadas de la ciudad cuando la presidencia municipal está a las afueras de la ciudad, o cuando el mismo presidente municipal vive en otra zona que no es donde me estoy manifestando?

Ahora, desgraciadamente muchos de manera inconsciente, desbordados por la pasión o la "emoción" de manifestarse, no solamente impiden el flujo vehicular, sino que además terminan cometiendo actos delictivos que ponen en riesgo a los que tienen la mala fortuna de cruzarse en su camino... y ejemplos tenemos muchos... por ejemplo... ¿qué tal los "angelitos" del Sindicato Mexicano de Electricistas, que en días pasados hicieron destrozos en vía pública durante su manifestación? ¿Puede una manifestación ser considerada válida si, como en este caso, los mismos manifestantes provocan la violencia?

El punto de todo lo anterior es... ¿qué utilidad o provecho pretende obtener Javier Sicilia de las marchas en apoyo a su pesar y al mismo tiempo en contra de la violencia asociada con el crimen organizado?

Hey, hey, hey... tranquilos, antes de que me ataquen por ponerme insensible o "ajeno" o "irrespetuoso" de esta triste situación, déjenme detallar un poco más el asunto...

Hace algunos años hubo una marcha multitudinaria por la paz, en la Ciudad de México; medios de comunicación y ciudadanos de todo el país estuvimos pendientes de esa marcha en donde los participantes, todos vestidos de blanco, pideron, en silencio, un cese a la violencia, exigían paz en la sociedad. Bien... pues los años han pasado y hasta donde he visto... pues las cosas no mejoraron, sino que empeoraron.

¿Para quién iba dirigida la marcha? ¿Para la gente? ¿Para el crimen organizado? ¿Para las autoridades y gobernantes? ¡Por Dios! Sí, muy bonita la marcha de aquel entonces, y muy solidaria la de la semana pasada a gritos de "¡No más violencia!" y "¡No más sangre!"... y me imagino que en Querétaro pasaron frente a la Casa de  la Corregidora donde está Palacio de Gobierno... ¿y qué hacían también en un andador que está una calle más adelante donde solo hay negocios (y que era donde yo estaba comiendo)?

Bueno, retomando el punto... ¿para quién iban dirigidas estas marchas? ¿Para el Presidente Felipe Calderón? ¿Hubo alguna frente a Los Pinos? ¿Para las autoridades del estado de Morelos (donde ocurrió la tragedia del hijo de Javier Sicilia)? ¿Dónde se manifestaron? ¿Frente a palacios municipales, procuradurías? ¿En las cámaras de diputados y senadores? ¿En los juzgados federales? Bueno, para pronto... ¿hubo alguna manifestación afuera de las casas de alguno de los funcionarios referidos?

¿A dónde quiero llegar con esto? No se trata de dejar de manifestarse ni de represión ni nada de eso... sino de saber para qué y por qué... y, sobre todo, para quién se hace una marcha.

En el sentido teórico, las marchas ocurren por una necesidad que alguien no cumplió... entonces, ¿qué se necesita para que una marcha sea efectiva y obligue a quien no cumplió a cumplir lo que prometió? Dudo mucho que bloqueando cualquier calle y/o provocando actos de violencia, que al final afectan los derechos de personas inocentes, sea la forma más eficaz de manifestarse.

lunes, 11 de abril de 2011

DLC o no DLC... he ahí el dilema

Definitivamente la industria de los videojuegos no es lo que era hace 20 años. Ya no es nada más comprar o rentar tu juego, disfrutarlo, terminarlo, y adiós. Es jugarlo, terminarlo, rejugarlo, aprenderlo, experimentar, obtener todo lo disponible en el juego... y tratar de incrementar su vida tanto como sea posible. Hay juegos que lo consiguen y otros que no, y otros que sin necesitar tantos recursos han durado en la mente de la gente por mucho tiempo... pero esa es otra historia.

Entre esos recursos que ha usado la industria de los videojuegos, y aprovechando las nuevas tendencias sobre Internet, los desarrolladores han dado la posibilidad de descargar contenido adicional que de principio (teóricamente) no pudo ser incluido cuando el juego se puso a la venta en las tiendas. Este contenido, denominado Downloable Content (o DLC, para abreviar), a veces es un simple agregado como un nuevo traje para el o los personajes del juego, algún arma nueva, alguna modalidad nueva de juego, nuevos escenarios o de plano, historias alternas.

El asunto aquí es que generalmente este tipo de contenido no es precisamente gratuito, y dependiendo de los desarrolladores, la casa productora, y hasta el servicio en línea de la consola en cuestión, el precio puede variar... y es aquí donde viene la cuestión, ¿vale la pena pagar por este tipo de contenido?

En mi caso, no tuve tanto dilema en adquirir para mi Wii el hecho de poder jugar Mega Man 9 usando a Proto Man, puesto que 200 Wii Points (cerca de 2 USD) me pareció un buen precio por un personaje que te obliga a pasar las escenas de una manera diferente a que si lo hicieras con Mega Man. Adicionalmente, para los que querían un reto aún mayor (para mí sigue siendo uno de los juegos más difíciles de la serie), existe la opción de comprar dos dificultades adicionales que también creo que lo valen por un costo similar, además de un modo sin fin donde vas avanzando y avanzando en una escena especial sin límite, hasta que de plano pierdas. El mismo caso se aplicó con Mega Man 10 ya que puedes comprar un tercer personaje (Bass) que también tiene su forma particular de usarlo.

Han habido posiciones encontradas al respecto, por un lado aquellos que defienden el DLC como una forma de incrementar la "vida útil" del juego, y por el otro, están los que lo ven como una estrategia comercial de sacar más dinero vendiéndote cosas que bien pudieron incluir originalmente... o simplemente que no valen lo que cuestan.

En mi opinión, ambas posiciones tienen su verdad. Desgraciadamente la industria de los videojuegos ha caído en una total falta de creatividad e innovación en donde algunos han convertido el DLC en un mero pretexto de "alargar" un juego que de por sí no tiene un valor muy alto de estar jugando y jugando, y en donde el hecho de ponerle un traje o un arma nueva es como el capítulo de "Los Simpsons", donde una turba de niñas quieren comprar la nueva "Stacy Malibu" solamente porque tiene un sombrero nuevo a diferencia del modelo anterior.

En este sentido, en lo personal, creo que debe haber una premisa importante: no estás obligado a adquirir un DLC, debe ser prescindible. Técnicamente nadie te pone una pistola para obligarte a comprarlo si realmente consideras que no lo necesitas, o no vale la pena invertir en eso, es así de simple.

Ahora, de lo que he vivido personalmente, aparecieron recientemente un par de casos que me hicieron reflexionar en todo lo anterior... y al mismo tiempo dudarlo.

Conforme se acercaba la salida de Marvel VS Capcom 3, el mismo Capcom anunciaba que habrían por DLC algunos personajes adicionales que por tiempo no se incluirían en el disco. La sola noticia causó revuelo en foros de Internet donde ambas posturas "se dieron con todo". Lo peor vino cuando se reveló que supuestamente un par de personajes que estarían disponibles por este recurso ya estaban incluidos en el disco del juego siendo desbloqueados a la hora de pagarlos... o sea... ¿pagar por desbloquear algo que SE SUPONE ya pagaste? La verdad sí es para decirle a Capcom: "oye, no abuses tampoco".

El segundo caso viene con Dissidia Duodecim Final Fantasy (juego que estuve esperando con mucha ansia); antes de que saliera el juego, Square-Enix anunció que saldría como descarga un prólogo del juego, que podríamos denominar como un "demo" del juego final si no fuera, de entrada, por el hecho de que tenía un costo de 3 USD, y porque, además de poder jugar con algunos de los personajes del juego y ver un pequeño pasaje argumental que ocurre justo antes de que empiece la historia del juego completo, da la opción de ganar algunos items que pueden ser "exportados" al juego completo, además de desbloquear a un asistente opcional (Aeris de Final Fantasy VII) que de otra forma no se podría conseguir normalmente.

Adicional a esto, y ya habiendo salido el juego completo, irán saliendo DLC con paquetes de trajes nuevos para los personajes además de melodías conocidas en la serie para ser usadas como fondo musical en las peleas. Incluso la empresa lanzó un DLC sin costo que contiene un traje extra para un personaje (Warrior of Light) que es el mismo que el traje principal con la única variación de que no trae casco... sí, como el caso de la "Stacy Malibu"... y aunque es gratis, dices "¿y para qué?". Y aunque me encanta este juego, de verdad le estoy pensando hasta tres veces si valdrá la pena pagar para tener otros trajes y música.

Lo preocupante de todo esto es, ¿estamos en la antesala de que el DLC se convierta en algo "obligado" por las productoras? ¿Estamos en riesgo de pagar por juegos (más) incompletos y pagar después por "completarlos"? A mí la verdad sí me preocupa, no porque haya que pagar y porque no estamos obligados a tenerlos, sino que es de pensarse por qué cosas estamos pagando. Cuando un juego o un contenido vale la pena, pues no lo piensas... pero si es un "pago doble" y/o por algo que no tiene tanto chiste... tenemos un muy serio problema.

miércoles, 16 de febrero de 2011

De productos "milagro" y otros engaños

Debo admitir que la primera vez que fui con mi actual nutrióloga, fue más que nada para que mi hermana dejara de insistir en el tema (ella y mi otra hermana desde antes ya habían iniciado tratamiento). En primera, porque definitivamente las dietas tradicionales no van conmigo (es fastidioso eso de desayunar avena con leche y fresas todos los lunes y sólo los lunes, o comer pechuga al vapor con nopales y frijoles de la olla los miércoles y solo los miércoles), y en segunda, si bien es cierto que para la salud no escatimo tanto el dinero, sabía que ir a cualquier tienda o consultorio al que ya iban mis hermanas no sería precisamente barato... lo sé, es mero prejuicio personal.

A muy grandes rasgos, efectivamente, mi tratamiento de control(consultas y medicamentos) no han sido precisamente baratos, pero soy el primero en reconocer y dar fe de que el tratamiento ha funcionado perfectamente, puesto que 20 kilos en un año no son cualquier cosa, sin grandes efectos secundarios... y si hiciera los 30 minutos de caminata que me piden y comiera tal como debiera, habría bajado todavía más. Aunque, eso sí, lo que  cambié, además, para bien, fue reducir la cantidad de alimento que como, y ya lo hago de manera inconsciente, lo cual ha mejorado notablemente mi salud y me ha mantenido en el peso.

Viene esto a colación porque, como podrán ver, no ha sido un proceso ni fácil ni corto... digo, tampoco es que lo haya sufrido como María Candelaria, pero definitivamente son de las cosas que toman su tiempo, que se tienen que hacer en orden, y, sobre todo, poner de tu parte. De ahí entonces que... ¿por qué rayos la gente sigue creyendo en las promesas de bajar de peso fácil, rápido y sin ningún esfuerzo, como nos lo quieren hacer ver la oleada de productos amplia y descaradamente anunciados a todas horas en TV y revistas?

En estos días la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) anunció una lista de productos (denominados "productos milagro") que se anuncian conteniendo propiedades "milagrosas" y que en muchos casos no se ha demostrado claramente su veracidad; debido (para variar) a diversos huecos en las leyes vigentes de salud, estos productos son anunciados en algunos casos sin que los medios que los difunden les requieran el respectivo registro sanitario.

Por supuesto, la experiencia previa nos ha demostrado que meterte con el poder de los medios no es cualquier cosa, porque, desgraciadamente, sus intereses son superiores a cualquier otra cosa, aún si se trata de la salud de las personas por las cuales, curiosamente, este poder sigue vigente.


Como si no fuera suficiente, no faltan personas que inmediatamente desacreditan las funciones de la COFEPRIS alegando que dentro de su "lista negra" no figuran productos de corte farmaceútico de ciertas empresas que están muy bien cimentadas en los medios, aduciendo que pagaron una determinada cantidad a dicha instancia para no figurar en la lista.

Esto no lo discuto de ninguna manera, ya sabemos que hay gente corruptible en todos lados y en todos los niveles, la pregunta es... ¿qué a los ciudadanos nos cuesta mucho trabajo desarrollar el sentido común como para preguntarnos si estos productos no estarán sobrevaluados?

Lo grave aquí no es el hecho de que los productos milagro no hagan lo que dicen que hacen, lo grave es que muchos de ellos se toman indiscriminadamente, representan un riesgo para la salud, y quienes los producen se "lavan las manos" con el ya famoso "la responsabilidad de este producto es de quien lo toma y quien lo recomienda".

Entiendo que es una tentación tomar el teléfono y ordenar después de ver "testimonios" de que el producto en cuestión funciona, y es obvio que le hemos dado demasiada credibilidad a lo que dicen en la televisión en lugar de formar un criterio propio. Pero, ¿de verdad hay quien cree que con tomarse un té o ponerse una crema va a reducir, de forma rápida y segura, un par de tallas? ¿De verdad alguien se cree eso de que poniéndose unos tenis o un anillo (¡un anillo, caray! ya ni los de Final Fantasy) y seguir con sus actividades cotidianas (entre las que no está el caminar, generalmente) va a bajar de peso, alinear la columna y levantar los glúteos? Peor aún, ¿de verdad alguien será capaz de abandonar su tratamiento para una enfermedad crónica por el hecho de irse a tomar unas pastillas?

Cada quien es libre de creer en lo que quiera y usar lo que le acomode... pero eso de obtener cosas sin esfuerzo... pues buena suerte.

jueves, 3 de febrero de 2011

Estereotipos y realidades

El escándalo "social" de la semana (o que algunos "malviajados" verían como "cortina de humo" para distraernos de los problemas nacionales) de esta semana fue la transmisión del programa inglés de televisión "Top Gear", donde hacían una extraña correlación entre un auto producido en México y las "características" de nosotros como ciudadanos.

Como resultado de haber dicho que los mexicanos somos gente floja, que nuestra comida es asquerosa, y que el embajador de México en Inglaterra se estaba rascando la panza, inmediatamente éste "pegó el grito en el cielo" exigiendo disculpas de parte de la cadena BBC (donde se transmite este programa de TV) por los comentarios mencionados de los conductores de este programa.

No solamente el embajador protestó por sentirse ofendido (¿no habrá sido "aludido"?), sino también varios diputados y senadores del país, y también recientemente el Gobierno del Distrito Federal (y volvemos a lo del centralismo en el país, pero esa es otra historia)... ¿aludidos también? Como sea, el caso es que finalmente el Parlamento Británico solicitó a la BBC disculparse por estos hechos y que finalmente la producción ya entregó una disculpa a la cadena televisiva.

Por supuesto que en Internet los comentarios fueron y vinieron en torno a esta situación, tanto protestando y exigiendo una disculpa, como aquellos donde decían que no era para tanto... ¿aludidos por igual? Lo serio del asunto es el hecho de que por un lado, a manera de protesta, se suspendió en México la transmisión por radio de varios programas de la BBC, y mejor ni hablar de todos los ataques que han habido a los ciudadanos de Inglaterra aduciendo también, ¿adivinen?, a sus estereotipos propios.

Vamos por partes, a mi forma de ver:
  • "Top Gear" es un programa donde el tema principal son los automóviles, pero a través de un humor bastante ácido, quizá "pesado", donde así como han hecho comentarios en referencia a México, han hablado de los ciudadanos franceses, alemanes, italianos... en fin, de todo el mundo, hasta se burlan de ellos mismos y sus costumbres. Obviamente que muchos no conocemos lo suficiente la cultura británica, y por lo tanto no podemos entender que lo que es un chiste para ellos, puede no ser divertido para nosotros, e igualmente a la inversa.
  • Lo que sí ya se me hizo un tanto ofensivo fue el hecho de que dijeran "imagina qué duro debe ser despertar y darte cuenta de que eres mexicano... mejor te vuelves a dormir"; técnicamente esto es un ejemplo de discriminación, porque están implicando que ya por el simple hecho de ser mexicanos nuestra realidad es triste y difícil, al grado de querer pretender mejor que no lo somos.
  • ¿Acaso no es parte de la cultura mexicana el hacer chistes de diversos ciudadanos o grupos sociales? Gallegos, chinos, argentinos, cubanos, mujeres, borrachos, de raza africana, discapacitados, indígenas, regiomontanos, homosexuales... bueno, la lista es interminable. Por supuesto, hay formas y niveles de llevar a cabo estos chistes, también, pero de que los tomamos de referencia para burlarnos, eso que ni qué discutir.
Lo más importante, y que me parece que no he mencionado... ¿les habrá quedado el saco a algunos? Claro que al menos en imagen no caemos en el famoso estereotipo del mexicano sentado junto a un nopal... ¿y en actitud? Claro que las cosas están medio feas ahorita, pero antes que todo debemos reconocer que ha sido porque lo hemos permitido; ¿somos flojos?, yo digo que sí (y no hablo nada más por mí):
  • ¿No hay políticos que pretenden robar lo que puedan para no tener problemas económicos cuando terminen su gestión?
  • ¿No hay empresarios que buscan evadir impuestos?
  • ¿No hay jefes que ofrecen terminar más trabajo del que sus empleados pueden hacer?
  • ¿No hay vendedores que estafan vendiendo productos más arriba de su valor real?
  • ¿No hay funcionarios públicos que buscan "la mordida" para hacer su trabajo?
  • ¿No hay dirigentes de sindicatos que usan a sus trabajadores como "carne de cañón" para sus propósitos personales?
  • ¿No hay obreros que buscan cualquier pretexto para no trabajar?
  • ¿No hay "amas de casa" que pretenden que el marido las mantenga sin hacer nada?
  • ¿No hay "estudiantes" que compran exámenes para no tener que estudiar y poder seguir perdiendo el tiempo?
En general, ¿tenemos calidad moral para decir que los mexicanos no somos flojos, mañosos y egoístas?

¿Saben qué es lo peor? Que cuando cosas como esta ocurren, nada más nos quejamos y exigimos, y pretendemos que nuestras vidas sigan como si nada... ¡no hacemos ni tantito por cambiar! Y no porque dejen de decir cosas fuera de México, sino porque es necesario para que salgamos adelante.

martes, 1 de febrero de 2011

Crónica de una temida endoscopía

Desde hace unos años he tenido problemas gástricos, que como en la gran mayoría de casos en México, he aprendido a sobrellevar, aún cuando tampoco es sano vivir así. De ahí entonces que por recomendación de la nutrióloga con quien estoy acudiendo, y aprovechando que la semana pasada estuve de vacaciones, decidí hacerme una endoscopía.

Este examen, si bien es un procedimiento "común" en la medicina, requiere algunos cuidados antes y después; ayuno total de más de 12 horas (yo terminé esperando 22) y suspender ciertos medicamentos, además de tener un acompañante durante el examen y varias horas después del mismo.

El examen básicamente (y hasta donde entendí) consiste en introducir un tubo con una cámara hasta el esófago para examinar el sistema digestivo y ver qué está provocando los malestares gástricos; las razones pueden ser muchas: úlceras, hernias hiatales, o incluso cáncer. Obviamente, dada la complejidad del procedimiento, se requiere anestesiar completamente al paciente.

Para ser francos, los días previos al examen estaba bastante intranquilo, pero no por el examen en sí. Normalmente para las cuestiones de salud puedo no ser completamente cuidadoso, pero sí procuro hacer lo necesario para estar bien, incluyendo los exámenes que no me agradan mucho, como los de sangre... el chiste es saber qué está pasando.

El detalle entonces era el hecho de que me iban a sedar... desde niño me había estado imaginando cómo sería que "te durmieran"... ¿qué se sentirá?, ¿cómo despiertas?... y, sobre todo, ¿qué pasa si algo sale mal y no despiertas? La verdad esa sola idea me intranquilizaba desde niño y aunque tampoco era para quitarme el sueño, creo que sí me afectó un poco más de lo normal.

Afortunadamente, y como en otras ocasiones, el poderlo platicar me ayudó bastante (por cierto, mención especial a EON Torchic -tu comentario me hizo el momento-), y pues ni modo de echarme para atrás, ¿verdad?, finalmente es por salud.

El día viernes pasado llegó, y ya listo y dispuesto, fui con mi hermana a la unidad médica de atención ambulatoria de la ciudad (parte del sistema público de salud); se tuvo que retrasar mi examen puesto que hubo un par de emergencias por atender, lo cual no habría sido un problema sino fuera porque yo ya estaba muriéndome de hambre por el ayuno requerido.

Me hicieron pasar, me puse una bata, y después de explicarme todo el procedimiento, primero me pusieron suero (soy malo con las agujas, fue lo que más me dolió de todo el examen), me pasaron a la sala donde sería el examen; me aplicaron Xilocaína en la garganta, lo cual me hizo sentir algo incómodo por un momento, me pusieron oxígeno, y después de acostarme y tomarme la presión cardíaca (aquí es donde los médicos constataron que yo estaba realmente nervioso), me aplicaron un sedante vía intravenosa. Pasado un tiempo, me acosté de lado como me lo indicaron, y después de ponerme una especie de boquilla en mi boca... ya no recuerdo más.

Algunas personas que se han hecho este examen dicen que "sienten" cuando van introduciendo el tubo con la cámara, e incluso cuando "inflan" tu estómago como parte del procedimiento... en mi caso, quién sabe por qué, no sentí nada, absolutamente nada, ni siquiera sé cuándo hizo efecto el sedante; cuando desperté (creo que los médicos me llamaban por mi nombre), ya estaba en la sala de recuperación... calculo que habrían pasado de 40 a 50 minutos desde que había ingresado.

De acuerdo con los resultados, afortunadamente solo es reflujo, pero será necesario hacerme otro tipo de examen para determinar la causa del problema. Se dio la situación de que el médico que aplicó la endoscopía traía su propio equipo para hacerme una biopsia y poder acelerar el proceso del examen.

Naturalmente todavía estaba un poco aturdido por el efecto del sedante, por lo que me fui a pasar la tarde y noche de ese día a casa de mi hermana mayor, quien estuvo al pendiente de que estuviera bien, y que además, me preparó de cenar... y vaya que yo tenía hambre. Todavía el sábado, aún cuando fui a mi curso de inglés y viajé a casa de mis papás, tenía algo del efecto del sedante, pero no hubo mayor problema.

Finalmente, gracias a Dios, todo salió bien y sigo aquí. Mil gracias a todos los que estuvieron al pendiente de mí, lejos y cerca.

martes, 11 de enero de 2011

EON Gamers, 7 años

Cuando eres joven, buscas un sentido de pertenencia, buscas un lugar donde encajes y puedas llevar tu camino; no todos los "buenos" caminos encajan con uno, y no todos los caminos en donde uno encaja son buenos; a base de caer y levantarse es como uno encuentra dónde sí pertenece.

Dicen que los amigos son la familia que uno elige, aquellos con quien no solamente te la pasas bien, sino que entre todos se pueden apoyar cuando haga falta, ¿por qué? Porque somos amigos, y ya.

Una tarde de primavera del 2006 yo me encontraba jugando con mi recién comprado Nintendo DS a las afueras del Museo de la Ciudad aquí en Querétaro, mientras esperaba a que iniciara la proyección de una película organizada por el grupo de oración. Mientras mataba seres de ultratumba (Castlevania: Dawn of Sorrow), un par de chicos se me acercaron para invitarme a una serie de torneos de videojuegos que el clan al que pertenecían organizaban en el marco de un evento de animación japonesa que habría al día siguiente en dicho museo.

Así fue como contacté a los EON Gamers por primera vez; hasta antes de ese entonces, no había contemplado la oportunidad de anexarme a algún grupo "formal" y aficionado a los videojuegos, de hecho no conocía ninguno. Asistí frecuentemente al local que tenían abierto donde además de competir en diversos juegos y rentar consolas (y después jugar el juego de cartas de Pokémon), para mí era suficiente poder platicar no solo de videojuegos sino de muchos otros temas.

Me integré formalmente al grupo como EON Gilgamesh después de demostrar mis habilidades en Tetris DS al competir con ellos (lo cual provocó que se "picaran" con el juego al grado de ganarme con más facilidad posteriormente), y hasta la fecha creo que, en el aspecto de videojuegos, he encontrado un lugar más dónde ser quien yo soy, sin necesidad de ocultar absolutamente nada.

Tanto el "líder moral", Alí (conocido en los bajos mundos como "Papá EON", ja, ja, ja), como los demás integrantes del clan han hecho que me sienta aceptado, saben perfectamente de mi vida, de mi trabajo, de algunos aspectos personales, y saben que podrán contar conmigo por si algo se necesita y que podré contar con ellos igualmente. Creo que esto es mucho más de lo que cualquier videojugador desearía.

El fin de semana pasado celebramos los 7 años del grupo en la denominada "EON Party", donde no solo hay videojuegos toda la noche, sino una convivencia muy amena, comida, y el gusto de ser EON. Por desgracia el local donde nos reuníamos cerró el año pasado, pero no demerita ni el gusto ni las oportunidades para reunirnos en convenciones, torneos, o simplemente en casa de alguno de nosotros por el gusto de jugar videojuegos.

Gracias, Alí, y gracias a todos los EON Gamers, que sean muchos años más.

jueves, 6 de enero de 2011

Ataque conveniente a los videojuegos

Oh, sí, damas y caballeros... apenas llevamos 6 días de este 2011, y ya tenemos el ataque anual a los videojuegos por parte de los medios de comunicación.

Creo que al menos en este blog, y sobre todo los que llevamos años con esta afición, hemos hablado de quién es o no responsable de los videojuegos, su contenido, su clasificación, su compra, y la atención de y a aquellos que lo juegan... así que pasemos a los hechos.

Primero, se comenta el hecho de que con el incremento en la edad promedio y el número de videojugadores, la industria ha dependido de elementos como el sexo y la violencia para tener buenas ganancias. Se incluyen algunos comentarios de especialistas, e incluso hay una sección que titulan "¿Beneficios?". Luego nos dicen que los videojuegos generan ansiedad en ciertos sectores de la población, y refieren el caso del suicidio de un niño en el estado de Veracruz porque le quitaron su consola.

Si todos sabemos que los videojuegos no son un entretenimiento barato (es un artículo de lujo, pues), y que sí es obvio que hay ciertos juegos no aptos para todo el público, sobre todo niños... ¿por qué los padres no asumen su responsabilidad en lugar de echarle la culpa a lo que ellos compran?

Lo más triste es que ninguno de los artículos anteriores refieren el sistema de clasificación otorgado a todos los juegos por un organismo a nivel América, y mejor ni hablemos de que los papás lo conozcan... pero si tampoco los padres son capaces de seguir las recomendaciones de instituciones públicas a la hora de comprar videojuegos a sus hijos... no, pues sí estamos graves.