jueves, 24 de marzo de 2022

Pérdida por un error de criterio

Perdí cerca de $3,000 en unos boletos de un concierto que no pude ir, por falta de planeación y asumir cosas que ni al caso.
Si no los hubiera comprado, hoy podría con la mano en la cintura planear un viaje rápido a la CDMX a La Mole y no quedarme ahorcado de dinero para la quincena y para pagar mi servicio dental.
Pero no fue así. Y aquí estoy llorando, con días de vacaciones casi listos, sin saber qué hacer ni haber superado el no poder ir. Lo peor del caso es que si me quedo este fin, nomás me voy a sentir peor estando solo, pero no tengo tampoco muchas ganas de ir con mi familia.
Me siento de la patada. Y no es la gran cosa ir a ese evento. Pero ni modo. 
Quisiera no haberle aprendido a mi padre la frase "los errores se pagan y se pagan caro".