Dado que estaba en total descanso el sábado, al grado de dormirme temprano (cosa que ya casi no hago), no fue sino hasta el domingo que me enteré de que la Policía Federal tomó en diferentes lugares las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), la cual provee de electricidad a la Ciudad de México y ciudades vecinas de otros estados.
Debo admitir que si bien soy ajeno a esa situación, no dejó de tomarme por sorpresa, la cual fue mayúscula cuando supe que Felipe Calderón, el Presidente de México, decretó la liquidación definitiva de LyFC... ¡eso sí que me agarró en curva! Porque para cualquier gobierno, meterse para bien o para mal con un sindicato tan fuerte como el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), acarrea problemas no solo para el mismo gobierno, sino para los ciudadanos que son afectados con marchas, movilizaciones, o de plano la afectación en un servicio tan vital como la electricidad.
Antes de expresar una opinión propia al respecto, primero pensé qué es lo que he oído de LyFC, y a grandes rasgos, es una deficiencia en el servicio, dada la falta de capacidad laboral y la obsolecencia de los equipos, amén de que la empresa generaba solamente pérdidas... lo peor, además, era el sindicato que, como muchos otros, cada año exigen más salario, más prestaciones, más bonos... ah, pero sin que ellos se obliguen a trabajar mejor.
Si bien es verdad que el Gobierno Federal ha tenido malas decisiones, hay que reconocer que esta fue bastante acertada, aún con el costo político y social que le pueda acarrear. Calderón sabe que se está arriesgando mucho al meterse con un sindicato del nivel del SME, pero también es cierto que esto se debió hacer desde hace muchos años. Si alguna vez los sindicatos fueron una verdadera necesidad para proteger a sus agremiados, ahora están muy distantes de velar por los intereses de los trabajadores; no es un secreto que muchos sindicatos en México son verdaderas mafias cuyos líderes se prestan a lo que sea con tal de llenarse los bolsillos de dinero y les vale poco lo que les pase a los trabajadores, excepto cuando los necesita como carne de cañón para alguna marcha o manifestación.
Por otro lado, si bien ya empezaron a haber muchas opiniones encontradas, es cierto que no todos los trabajadores son flojos y corruptos, y que pagan justos por pecadores; estamos hablando de miles de personas sin empleo y miles de familias sin un sustento más (ahora con la crisis económica que tenemos), pero no todo es tan malo, porque amén de que los trabajadores van a ser liquidados con más de lo que indica la ley (¡cerca del equivalente a dos años de sueldo!), aparte tendrán algunos la opción de ser recontratados por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que ojalá y sean los buenos elementos y no los parásitos que poco ayudarán a resolver el problema.
De todas formas, el líder sindical de la SME, haciendo honor a su puesto, ya anunció que van a luchar con marchas y amparos y que según invita a sus agremiados a no cobrar sus liquidaciones y pensiones... ajá, quiero ver quién no lo va a hacer. Es verdad, la cosa está difícil ahorita... pero si en el tiempo equivalente al monto de tu liquidación no eres capaz de buscarte un sustento, ya sea por otro trabajo o un negocio propio... caramba, esas no son ganas de querer trabajar ni de querer mejorar al país con su granito de arena.
Lo único que me queda por pensar es que ojalá y Calderón o alguien más "agarre el toro por los cuernos" y se vaya en contra de otros sindicatos mafiosos, como el del IMSS, el de ISSSTE, el de PEMEX... aunque en lo particular, con que se vaya en contra del SNTE y sus maestros flojos... me doy por bien servido.
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