Como si no tuviéramos bastante con la excelsa y siempre honorable clase legislativa en el país, y sin importarles que nos estén afectando en lo económico y social, ahora también lo pueden hacer físicamente.
Cristian Vargas Sánchez, diputado por el PRI en la Asamblea del Distrito Federal, ha estado en boca de todos, obvio que no por su buen desempeño legislativo, pero tampoco por su mal trabajo, sino por darse a conocer como una persona sin educación y agresiva.
Amén de que se le ocurrió tomar protesta en ropa deportiva, se ha hablado de él por haber roto una puerta de cristal con tal de "defender" el lugar que quería en la asignación de espacios en la asamblea, y posteriormente por provocar desorden con dos funcionarios por una bicicleta.
La nueva es que se dió a conocer que en abril del 2008 fue denunciado por violencia intrafamiliar en contra de su propia madre, tanto por ofensas muy graves como agresión física. El "angelito" de 24 años se reconoce como una persona que tiene "arranques" dado su temperamento, y también reconoce que ni estudió (prefiere que le digan "dipuhooligan" que "dipuporro" por esa razón y porque "es de más caché").
Según dijo que va a madurar... pero, aquí entre nos, es una mera promesa más que no piensa cumplir.
El problema no es ni la edad y ni siquiera la extracción política; cuando la gente está enferma, va a ocasionar daño esté donde esté... me pregunto cuántas personas dedicadas a la política no tienen un lado obscuro que según ocultan bajo sus trajes... estamos amolados, de plano.
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