miércoles, 13 de enero de 2010

Ayuden, pero sin quejas

Como muchos saben, un terremoto de fuerte magnitud sacudió Haití, siendo el primero en aquel país en los últimos 200 años... lo cual da una idea de la tragedia que ha significado, puesto que ya se habla de 100,000 las víctimas.

Ante esto, y tomando en cuenta el antecedente histórico que tuvimos en México en 1985, no queda de otra más que ayudar, definitivamente.  La ayuda se puede hacer tanto en especie como en dinero, así que no hay pretexto.

Sin embargo, es una lástima que hasta eso genere críticas de gente algo resentida contra todo y contra todos:
  • Es verdad que, el año pasado, las autoridades haitianas se pusieron algo pesadas con el tema de la influenza en México, pero realmente no estamos ahorita para andar echando en cara las cosas, ni es lo correcto.
  • Se critica al Gobierno mexicano por la ayuda que se está coordinando para aquel país, cuando hay mucha gente en extrema pobreza aquí en el país; sí, es cierto, pero dudo que sea lo mismo una familia que medio tiene para comer, pero están juntos, y tienen aunque sea un techo de lámina o cartón, a gente herida, familias separadas, o sin un techo, todos víctimas de esta tragedia.
  • Decir tonterías como la de que Haití está maldito, según un predicador en EU... definitivamente es un peligro la gente sin preparación que tiene un rango o jerarquía.
Miren, si no quieren ayudar, nadie los obliga, pero no quieran poner su propia cortina de humo para no ayudar; parafraseando a Don Cruz Treviño Martínez de la Garza... ¡háganse a un lado!

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.