Pokémon

Entre el trabajo en ALTEC Santander tan estresante, con horario extendido incluido, me estuve al pendiente que saliera la nueva versión de una de las franciquicias de videojuegos más exitosas (casi rayando en lo extremadamente comercial) de Nintendo: Pokémon, en sus versiones Pokémon Pearl y Pokémon Diamond para el Nintendo DS.

Cuando salieron las primeras versiones con mercadotecnia incluida, me llamó la atención el concepto, y el juego el poco tiempo que lo tuve (un GameBoy prestado con una de las versiones del juego) fue suficiente para interesarme en la mecánica del juego (grosso modo, peleas por turnos entre seres que capturas y entrenas a tu gusto); sin embargo, no me era posible costearme una consola y juego, por lo que me desconecté de las versiones posteriores (en donde se fueron agregando más de estas creaturas) hasta que actualmente tengo la posibilidad de darme este tipo de lujos.
Pues bien, las nuevas versiones eran súper esperadas en la tienda en que suelo comprar mis juegos (GamePlanet), así que en la fecha que se proyectaba tendrían a la venta el juego (lunes 23 de abril), llamé a la tienda como a las 11 AM, y me dijeron que tenían ya el juego... no me arriesgaría a que se agotara (tenían solo 6 piezas por versión) e inmediatamente me salí de mi trabajo y me fui a comprarlo.
El día siguiente me mandaron al Distrito Federal (eso será tema de otra entrada) y en un ratito habiendo llegado al hotel todos los días que estuve allá (el resto de la semana), pude ir re-entendiendo el concepto del juego, viendo las cosas nuevas, y sobre todo, disfrutando entrenar mis Pokémon... aunque todavía me falta algo de paciencia, y deberé tenerla dado que la colección es de 400 y algo de creaturas.

Mucho se ha hablado de Pokémon, principalmente sobre su exagerada mercadotecnia (2 o hasta 3 versiones del juego por consola de Nintendo, películas, la serie animada, tarjetas tipo YuGiOh y un buen de artículos a la venta), la mecánica del juego (que básicamente no ha cambiado, solo se han añadido mejoras y otras cuestiones como concursos de belleza entre los Pokémon), y hasta se le ha relacionado con cuestiones religiosas (¿alguien recuerda cuando decían que era un concepto satánico y hasta los sacerdotes católicos invitaban a los niños a quemar todo lo que tenían de Pokémon?) y de salud (el famoso capítulo de la serie que provocó una ataque tipo epiléptico a niños en Japón).
Yo lo que puedo decir como videojugador es que si ha tenido tanto éxito es porque se partío de un concepto innovador y ha incentivado la comunicación entre la gente, dando la posibilidad de completar la colección a través del intercambio con otro videojugador que posea el juego en otra versión, o de ponerse a competir con sus creaturas; y si eso no fuera suficiente, el simple hecho de capturar a un Pokémon, darle el nombre que tú quieras, crecerlo, elegir los ataques que usará o si evolucionará o no a otra forma, son cuestiones que involucran al "entrenador" más allá de la competencia, sino a través de la expresión de sí mismo.

No sé cuánto tiempo me tome completar la colección, no sé cuántas veces pierda o gane al ponerme a competir con mis amigos, pero no es algo que me preocupe, solamente me avocaré a disfrutar el juego, como trato de hacerlo con todos los que compro (er... aunque a veces algunos los termine muy rápido :D).