martes, 6 de marzo de 2007

¿Dónde queda la conciencia?

Hace varios días, se comentó en el noticiero acerca de un juicio militar en los Estados Unidos en contra de un soldado de origen hispano, acusado por deserción. Hoy me enteré que finalmente fue condenado a 8 meses de prisión además de ser dado de baja del ejército sin ningún tipo de distinción. ¿Su delito? No querer empuñar un arma y participar en una misión dentro de la guerra de Irak.

Voy a tratar de poner un poco en contexto, pero para más detalles aquí está el vínculo a un artículo.

Este soldado fue enviado inicialmente a la guerra de Irak como soldado no combatiente, sino como sanitario (haciendo labores médicas); sin embargo, después se le envió ya en plan de misión, es decir, de atacar; él no aceptó ya que dijo que no iba con esa intención, motivo por el cual después se escapó de su unidad y posteriormente se entregó, a partir de ahí, le iniciaron juicio por deserción, mientras él argumentó ser objetor de conciencia, algo así como anteponer sus bases morales y éticas antes que el deber, lo cual podríamos resumir como el hecho de no querer matar gente porque no es lo correcto.

Es cierto que todo aquel que se involucra en la milicia, de entrada, debe tener bastante sangre fría para llevar a cabo su labor y literalmente morir por la causa para la que él se enlistó: su patria. Sin embargo, ¿está bien que antepongamos nuestra patria antes que la vida de otra persona (quien sea)? ¿Tomar una vida humana es igual de importante que una medalla o condecoración?

No es novedad que el gobierno de Estados Unidos ha provocado una deshumanización realmente espantosa, donde lo más importante es la posesión de un pozo petrolero sin importar que mienta ni sobre quién se debe pasar, incluso si esto significa tomar una vida humana. Si era cierto (porque a final de cuentas no lo fue) que Saddam Hussein era un peligro para la humanidad y que Irak tenía armas peligrosas, no justifica en ninguna forma miles de muertes de gente inocente cuyo único delito es haberse cruzado en la mira del gobierno estadounidense y aliados.

Es verdad que hay mucha gente que hace daño y que metafóricamente merece morir, pero antes que otra cosa, independientemente de que profesemos o no tal o cual religión, no debemos olvidar que no somos quienes para tomar una vida humana... si hay quien lo hace, bueno, ya llegará el momento de pagar por ello, eso no nos compete a nosotros. Yo opino... ¿qué dicen ustedes?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo pasaba por aquí para decirte que te amo gordito..

JMRC