miércoles, 20 de agosto de 2008

Oro... finalmente

Estamos ya en la última semana de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008; a decir verdad, es un evento que me entusiasma mucho cada 4 años, por la variedad de disciplinas y la emoción de los eventos, sobre todo las ceremonias de inauguración y final.
En esta ocasión, China me dejó muy emocionado con su ceremonia de apertura, poniendo de manifiesto toda su bellísima cultura y un amplio despliegue tecnológico y humano.

Naturalmente por cuestión de tiempo no he tenido tanta oportunidad de seguir las pruebas, amén de que la participación de los mexicanos ha sido bastante modesta; no me lo tomen a mal, este año las autoridades deportivas están quedando muy mal al poner de manifiesto (más que en ocasiones anteriores) el poco interés y apoyo, aunque naturalmente no es solo culpa de ellos; me atrevo a decir que nosotros como público tenemos mucho que ver.

Hoy vi en la mañana cuando Guillermo Pérez gana su último encuentro en Tae Kwon Do, ganando nada más ni nada menos que la medalla de oro; la verdad sí me emocionó mucho, no por el hecho de que es paisano mío (de Uruapan, Michoacán), sino porque en todos sus encuentros le echó muchas ganas, peleó bastante bien, y, sobre todo, es un ejemplo de disciplina y esfuerzo constante, aún teniendo en contra no mucho apoyo por parte de las autoridades.

Lo que sí me quedé pensando después es: ok, se ganó merecidamente la medalla, pero, ¿de verdad, como lo dijera un comentarista en TV, eso será recordado por siempre? Me atrevo a decir que no; no porque no haya valido su medalla, ¡al contrario! Sino porque definitivamente los mexicanos olvidamos muy fácilmente algunas cosas que no nos permiten (ya saliéndome un poquito del tema) evitar repetir los errores del pasado. Hace rato leyendo las noticias, el gobernador de Michoacán declaró que "no hay que colgarse del triunfo de Guillermo Pérez"... y si me lo preguntan, eso me sonó bastante absurdo, comenzando por él mismo, ya que dijo además que le va a regalar al nuevo medallista una casa... si eso no es promocionarse a costa de otros, no sé qué es.

Por otro lado, también es un hecho que otros deportes diferentes al fútbol son menos "populares"; sabemos que hay campeonatos nacionales de básquetbol, la liga de béisbol, o incluso la lucha libre (no vamos a meternos ahora en que si es un espectáculo falso), pero yo los veo relegados por la liga de fútbol cada temporada. No es que esté mal que haya fútbol, sino que como que a muchos (público, empresarios, medios de comunicación) se les olvida que hay otros deportes que son igualmente importantes.

Como sea, bravo por Guillermo Pérez, bravo por los participantes olímpicos que se empeñan y esfuerzan en poner en alto el nombre de México en este tipo de eventos... yo, por mi parte, solo me queda esperar el resto de las competencias y la ceremonia de clausura.

2 comentarios:

José Marcos Robledo dijo...

¿Ceremonia de graduación?

Gilgamesh dijo...

¬¬

Ok, me emocioné demasiado... ya lo corregí.