lunes, 6 de octubre de 2008

Inteligente, pero... naco

México ha estado viviendo tiempos difíciles socialmente hablando, muchos arguyen la situación al gobierno actual, e incluso, como siempre, no dejan de aprovechar estas situaciones para "echarle tierra" al Gobierno Ejecutivo actual.
Es verdad que Felipe Calderón (nuestro actual presidente), tiene una gran responsabilidad para con los mexicanos, y que las cosas andan más negras de lo que él las quiere hacer ver... pero de eso, a echarle la culpa de todo lo que pasa, tampoco creo que sea el caso. Por otra parte, ¿qué hago yo como mexicano para combatir la situación actual?

La semana pasada me llegó un correo (de los pocos correos cadena que realmente valen la pena) que tiene una serie de reflexiones bastante lógicas: me quejo de que hay ambulantaje y contrabando, pero sigo comprando productos pirata y/o en lugares dudosos e informales; me quejo de que hay inundaciones en las épocas de lluvias, pero sigo tirando basura a la calle; estos y otros puntos rematan con un "la solución empieza conmigo y contigo". Que las autoridades hagan su trabajo, pero no vamos a esperanzarnos a que Papá Gobierno nos dé todo, eso ya se acabó, aunque todavía hay algunos que como que no les cuadra mucho la idea.
El día viernes pasado se entregó el Premio Nacional de la Juventud, a los estudiantes jóvenes más destacados en alguna rama. Durante la entrega de premios, a un chavo 18 años que fue galardonado se le ocurrió no darle la mano al Presidente en su turno de hacerlo... bueno, sus razones tendrá, supuse (aunque estamos de acuerdo que aquí y en China eso es una falta de respeto con quien sea). Lo peor fue cuando mientras el Presidente hablaba sobre algo relacionado a usos y costumbres (si no mal recuerdo), a este chavo se le ocurrió gritarle "espurio", ¿qué pasó? Pues obvio, a este cuate lo detuvo inmediatamente el Estado Mayor Presidencial. Después, lo lógico, entrevistas le llovieron en torno a por qué la falta de respeto al Presidente.
Él atinó a decir que sí tenía ya planeado no darle la mano, pero que cuando él estuvo hablando del tema ya mencionado, le dió mucho coraje y por ímpetu le gritó.
Amén de la situación que reina en el país, también es de destacar que ya no hay respeto por las autoridades, independientemente de que no estemos de acuerdo con ellas; una cosa es quedarse callados y soportar injusticias (como pasaba antes con mucha frecuencia), pero otra, como lo ocurrido el viernes, es faltarle el respecto al Presidente de la República, por muy poco de acuerdo que estemos con él.
Lo más irrisorio del caso es que si para este chavo el presidente es un espurio, por ende, las instituciones por debajo de él lo son también. ¡Ah! Pero eso sí, recibió el Premio con que fue galardonado, ¡el cual bajo su filosofía, también debería ser un espurio! Por lo tanto, él también es un espurio, ¿estamos de acuerdo?
Ojalá lo de este chavo solo quede como una muestra más de que la inteligencia y preparación poco tienen que ver con la educación, y que el respeto y tolerancia existen como obligación y como derecho, máxime sobre una envestidura que, bien o mal, merece respeto; el Presidente es el Presidente, y se le respeta, de menos frente a él.

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