lunes, 25 de agosto de 2008

Luigi... por fin

Luigi, el hermano de Mario, ha sido informado de que ganó nada más y nada menos que una mansión; sin haberse ni preguntado cómo fue que se ganó tal propiedad, Mario se adelanta para conocer la mansión, acordando con Luigi que éste lo alcanzaría después.
Cuando Luigi llega a la mansión, vaya decepción que se lleva al darse cuenta de que está en medio de un tétrico bosque y que parece todo menos encantadora según el folleto que le dieron. Al entrar a la mansión, no encuentra a Mario, pero sí a, ¡un fantasma! Quien decidido se lanza sobre Luigi, pero justo antes, un personaje con aspecto digno de un científico absorbe al fantasma con algo que parece ser una aspiradora, poniendo a Luigi a salvo y permitiéndoles huir de la mansión.
Ya en una pequeña cabaña cerca de la mansión, el Profesor E. Gadd (inventor de la aspiradora con la que salvó a Luigi) le explica a nuestro asustado protagonista (sí, protagonista) que la mansión está embrujada y llena de fantasmas que huyeron de algo parecido a unas pinturas; Luigi, tragándose todo el temor que lo ha caracterizado, se dirige nuevamente a la mansión en la búsqueda de su hermano y, de paso, tomar lo que por ¿derecho? es suyo, la mansión.

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Una de las ventajas de mi nuevo trabajo es que tengo bastante tiempo para hacer muchas cosas, o tengo 3 horas de comida, o salgo muy temprano de trabajar; usualmente, si no tengo algún compromiso con otra persona, lo que hago es simplemente irme a comer a mi casa y después ponerme a ver películas, series (ya tengo muchas pendientes sin ver) o simplemente ponerme a jugar Wii... del cual, como es de esperarse, también tengo varios juegos pendientes por terminar.
Hoy me di a la tarea de inicialmente avanzar un poco Luigi's Mansion, un excelente juego para GameCube, siendo de hecho el primero que fue lanzado para esta consola de Nintendo; en su momento tuve la oportunidad de jugarlo un poco, pareciéndome muy interesante pero algo difícil; hace unas semanas me lo prestaron y poco a poco fui disfrutando de esta aventura. No es la primera vez que Luigi protagoniza un juego en el que aparte debe rescatar a su hermano Mario (por ahí tenemos un casi irrelevante Mario is Missing... ugh, me trae un recuerdo chusco), y sin embargo, es un muy buen juego, que por complicado que me hubiera parecido anteriormente, en realidad la mecánica es sencilla, a grandes rasgos tienes que aturdir a la amplia variedad de fantasmas con tu lámpara, lo que provocará que muestren su "corazón" y puedas absorberlos con tu aspiradora; desde luego que no es como que los absorbas de un jalón y ya, tienen un nivel de "energía" que tienes que ir reduciendo conforme los absorbas; desde luego, están los fantasmas sencillos, pasando por los que escaparon de las supuestas pinturas, hasta una serie de Boos bastante escurridizos... todo con tal de rescatar a Mario de... quién esté detrás de todo esto.
Puedo decir que terminé el juego sin ayuda externa, y de a ratitos lo fui jugando y me encantó; sin pretenderlo, ya lo terminé (realmente ya no me faltaba mucho) y el final fue bastante... em... "justo" para Luigi; como muchos sabrán, Luigi siempre ha tenido la imagen de ser la sombra de Mario, y en este juego se convierte totalmente en el héroe... hasta los personajes más populares merecen ser salvados alguna vez, ¿no?

viernes, 22 de agosto de 2008

¿Pena de muerte?

El día de ayer se llevó a cabo una reunión de autoridades federales y de seguridad de todo el país, para consensar sobre la ola de inseguridad que nos ha estado afectando prácticamente a todo el país. De ahí se generó el Acuerdo Nacional por la Seguridad, de donde se derivan 75 acuerdos que no voy a mencionar porque... la verdad me imagino que serían más "pan con lo mismo".

Por otro lado, el padre de Fernando Martí, el chico que fue secuestrado y asesinado hace algunas semanas, hizo una serie de recomendaciones fuertes, pero efectivas, entre ellas dijo, palabras más, palabras menos "quien no se sienta capaz de hacer lo que debe hacer, que se vaya, porque el no hacer nada como servidor púbico también es corrupción"; es una lástima que solo cuando ocurren las situaciones como la de la familia Martí, es cuando las autoridades se "interesan" por su trabajo, pero esa es otra historia.

Hoy en la mañana (como todos los días) estaba escuchando un popular programa de radio ("La Papaya", en EXA 95.5 FM) e hicieron un planteamiento sobre qué es lo que uno les hubiera dicho a estas autoridades durante la famosa reunión de ayer. Ciertamente es un poco difícil dar la "fórmula mágica" para solucionar el problema de manera efectiva, pero es cierto que si somos los que sufrimos en carne propia podríamos como sociedad dar algo más certero que las mismas autoridades que parece están muy ajenas a nosotros. Pero noté con cierta decepción personal que muchas de las opiniones vertidas por parte del público en el programa del radio seguían la línea del "ojo por ojo, diente por diente", más concretamente hablando de la imposición de la pena de muerte en nuestro país.

Hablar de la pena de muerte, sobre todo de "hacer justicia" quitándole la vida a algún delincuente es un tema muy delicado, porque por querer "quedar bien con Dios y con el diablo" nomás no podemos ponernos de acuerdo. Mucho se dice de si es justo quitarle la vida a alguien que cometió un delito, pero otros (máxime los que por desgracia han vivido una situación grave en este contexto) argumentan que si es justo dejarlos vivir (y mantenerlos de por vida en algún reclusorio) cuando le quitaron la vida a alguien más.
Yo en lo particular estoy totalmente en contra de la pena de muerte, más allá del contexto religioso (que cierta y claramente nos dice que solo Dios puede decidir hasta dónde llega la vida de nosotros), por otra cuestión en la que no muchos se fijan: la nefasta administración de justicia en nuestro país; ¿se imaginan cuánta gente inocente sería condenada a la pena de muerte por los bien conocidos errores y omisiones (con o sin intención) del sistema de justicia mexicana? Mientras, claro, los verdaderos delincuentes, como hoy, seguirían en la calle totalmente impunes. No vayamos muy lejos... ¿de verdad la pena de muerte ha servido en otros países, como Estados Unidos? Me atrevo a decir que no. Ya no digamos de regiones con una religiosidad extremista, que son capaces de apedrear a mujer sólo porque ésta se atreve a romper sus esquemas y salir adelante como mujer y como persona.

Anoche, viendo un programa de televisión ("Nocturninos"), uno de los conductores hizo un comentario muy acertado: "nuestras leyes son bellísimas, el problema es que se apliquen"; y estoy de acuerdo totalmente con él; cuando se tenga una eficiente administración de justicia, donde se condene debidamente a quien cometa un delito, donde a los delincuentes les dé miedo realmente que los agarren (no como un comercial de TV donde un supuesto secuestrador habla de que lo atrapa la policía y muy tranquilamente dice que sale libre en horas), y donde se acabe el tristemente célebre "usted disculpe" en las esferas de justicia, es entonces cuando las cosas realmente cambiarán.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Oro... finalmente

Estamos ya en la última semana de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008; a decir verdad, es un evento que me entusiasma mucho cada 4 años, por la variedad de disciplinas y la emoción de los eventos, sobre todo las ceremonias de inauguración y final.
En esta ocasión, China me dejó muy emocionado con su ceremonia de apertura, poniendo de manifiesto toda su bellísima cultura y un amplio despliegue tecnológico y humano.

Naturalmente por cuestión de tiempo no he tenido tanta oportunidad de seguir las pruebas, amén de que la participación de los mexicanos ha sido bastante modesta; no me lo tomen a mal, este año las autoridades deportivas están quedando muy mal al poner de manifiesto (más que en ocasiones anteriores) el poco interés y apoyo, aunque naturalmente no es solo culpa de ellos; me atrevo a decir que nosotros como público tenemos mucho que ver.

Hoy vi en la mañana cuando Guillermo Pérez gana su último encuentro en Tae Kwon Do, ganando nada más ni nada menos que la medalla de oro; la verdad sí me emocionó mucho, no por el hecho de que es paisano mío (de Uruapan, Michoacán), sino porque en todos sus encuentros le echó muchas ganas, peleó bastante bien, y, sobre todo, es un ejemplo de disciplina y esfuerzo constante, aún teniendo en contra no mucho apoyo por parte de las autoridades.

Lo que sí me quedé pensando después es: ok, se ganó merecidamente la medalla, pero, ¿de verdad, como lo dijera un comentarista en TV, eso será recordado por siempre? Me atrevo a decir que no; no porque no haya valido su medalla, ¡al contrario! Sino porque definitivamente los mexicanos olvidamos muy fácilmente algunas cosas que no nos permiten (ya saliéndome un poquito del tema) evitar repetir los errores del pasado. Hace rato leyendo las noticias, el gobernador de Michoacán declaró que "no hay que colgarse del triunfo de Guillermo Pérez"... y si me lo preguntan, eso me sonó bastante absurdo, comenzando por él mismo, ya que dijo además que le va a regalar al nuevo medallista una casa... si eso no es promocionarse a costa de otros, no sé qué es.

Por otro lado, también es un hecho que otros deportes diferentes al fútbol son menos "populares"; sabemos que hay campeonatos nacionales de básquetbol, la liga de béisbol, o incluso la lucha libre (no vamos a meternos ahora en que si es un espectáculo falso), pero yo los veo relegados por la liga de fútbol cada temporada. No es que esté mal que haya fútbol, sino que como que a muchos (público, empresarios, medios de comunicación) se les olvida que hay otros deportes que son igualmente importantes.

Como sea, bravo por Guillermo Pérez, bravo por los participantes olímpicos que se empeñan y esfuerzan en poner en alto el nombre de México en este tipo de eventos... yo, por mi parte, solo me queda esperar el resto de las competencias y la ceremonia de clausura.

viernes, 15 de agosto de 2008

Una nueva etapa

Después de mucho tiempo de no escribir algo en este blog, he decidido iniciar de nuevo; anteriormente lo que hacía era abrir un nuevo blog y considerarlo como una "nueva temporada", y aunque esta podría ser una excelente oportunidad para hacerlo... ¡qué flojera! =)

Han ocurrido muchas cosas a mi alrededor, y creo que de vez en cuando seguirlas escribiendo y dejar huella de mi viaje por la vida no me hará daño; ya no tengo Internet tan accesible como antes, pero eso no debe ser motivo para desanimarme. Así que creo que es conveniente comenzar por presentarme nuevamente, tal como soy:

Mi nombre es Gil Galindo Bucio, tengo 27 años, soy Ingeniero en Sistemas Computacionales y trabajo en una dependencia de Gobierno como Desarrollador de Software; mis aficiones principales son los videojuegos y la música, aunque por convicción más dedicado a lo primero. Llevo dos años de relación con un hombre maravilloso con quien soy muy feliz y pleno (¿no lo había mencionado? supongo que no importa ^_^).

Hasta hace cerca de un mes trabajaba en una consultoría de desarrollo, pero a raíz de una búsqueda por una oportunidad más integral profesional y personalmente hablando, y después de tocar muchas puertas, ingresé a Gobierno del Estado de Querétaro. No me arrepiento, fueron tres años de mucho aprendizaje que le agradezco a la gente de la consultoría... pero, ¿a quién engaño? También habían muchas cosas que no me agradaban y la verdad llegué a mi límite; quién sabe, no hay que decir "la chancla que yo tiro no la vuelvo a recoger", pero por ahora me enfocaré a esta nueva etapa.

No soy ni conservador ni liberal, algunas veces extremista en mis sentimientos y pensamientos, pero al mismo tiempo, loco y tierno, tranquilo e impetuoso, dual y único; desinteresado y egoísta; oso por nacimiento y un poco expresivo por decisión.

¿Por qué mantener un blog? Porque creo que como ser humano hay muchas cosas que puedo aprender y, quizá, pueda compartir con alguien más a través de la red; fuera de eso, lo hago porque me gusta escribir, opinar, hablar, y hasta debatir sobre diversos temas, dentro o fuera de mi ámbito.